viernes, diciembre 21, 2007

Caso Diana: ¿Era amor verdadero o romance de verano?

Servicios Google/Telemundo Yahoo, Reuters


LONDRES (Reuters) - Su confidente llora en el banquillo de los testigos, su madrastra tiembla de emoción, las cartas "Querido Papá" y "Querido Dodi" aparecen en pantalla.

¿Lo amaba realmente o sólo fue un romance de verano?
En la investigación por las muertes de la Princesa Diana y Dodi al-Fayed la evidencia a veces parece más un guión de telenovela que el solemne testimonio a las Cortes Reales de Justicia.
Una década después de su muerte, Diana vuelve a ser noticia debido a que un jurado tiene que decidir si su muerte en un choque en París fue un accidente o parte de una conspiración.

El padre de Dodi, el dueño de una tienda de lujo Mohamed al-Fayed, asegura que su hijo y Diana fueron asesinados por los servicios de seguridad británicos bajo órdenes del Príncipe Felipe, el esposo de la Reina Isabel y ex suegro de Diana.

Fayed cree que se ordenó el asesinato porque la familia real no quería que la madre del futuro rey tuviera un niño con su hijo. Fayed afirma que el cuerpo de Diana fue embalsamado para ocultar la evidencia de que estaba embarazada.

Las investigaciones de la policía francesa y británica concluyeron que Diana y Dodi murieron porque su chofer, Henri Paul, estaba ebrio y manejaba demasiado rápido.
Para el jurado, que entró en receso de Navidad el jueves, la verdad yace entre alguna de estas dos opciones.

Y, mientras intenta descifrar el caso, una gran variedad de personajes desfilan ante él.
La madrastra de Diana, la condesa Spencer, deslumbrante con un sombrero negro y velo, habló como el personaje de una novela romántica de su propia madre, la escritora Barbara Cartland.
"Las cuestiones del corazón son imposibles de descifrar," dijo, y se lanzó en un pedido apasionado para que "se resuelva el misterio."

TESTIGO EN LLANTO
La amiga cercana de Diana Rosa Monckton, quien se fue de vacaciones con ella a Grecia días antes de su muerte, se quebró y lloró cuando la interrogó el abogado de Mohamed al-Fayed, Michael Mansfield.

Pero lo que realmente fascinó a la corte fue investigar la vida privada de una escritora de cartas compulsiva y efusiva.

La Princesa Diana agradeció a su suegro Príncipe Felipe por intentar salvar su matrimonio y alabó su capacidad de mediador como consejero en las cartas presentadas ante la corte.
A cambio, Mohamed al-Fayed entregó cartas escritas entre su hijo y Diana para mostrar que su amor era verdadero.

(Editado en Español por Juana Casas)