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El presidente Hugo Chávez no renovará la concesión de transmisión a Radio Caracas Televisión que finaliza el 27 de mayo. Dice que es un “canal fascista”. Los dueños alegan que es un claro ejemplo de persecución a la prensa.
Marcel Granier es el presidente de Radio Caracas Televisión, el canal que el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, amenazó con cerrar el próximo 27 de mayo. Este hombre ha iniciado una campaña internacional con el fin de que organismos internacionales e instituciones relacionadas con la libertad de prensa y los derechos humanos intervengan con el gobierno venezolano para mantener las emisiones de televisión.
Según él, son las de mayor audiencia del país, aunque eso sí “muy críticas con el régimen vigente”. “Intentamos que el mundo democrático comprenda que hay que decirle a Chávez basta ya, basta de amenazas y de presiones”, declaró Granier a la prensa internacional.
El presidente de Radio Caracas TV estuvo hace unos días en Estados Unidos en busca de respaldo para la supervivencia de su empresa. Según Granier, la retirada de la licencia constituye una ilegalidad porque su canal puede seguir operando hasta 2022, de acuerdo con la Ley de Telecomunicación venezolana, por lo que ha solicitado el amparo del Tribunal Supremo de Venezuela y de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos (OEA).
No sólo eso. Acaba de solicitar al Tribunal Supremo de Justicia “amparo constitucional y una medida cautelar” contra la decisión del gobierno, que descartó la posibilidad de renovar la concesión de transmisión a la cadena de televisión. “Venimos en representación de nuestros trabajadores. Creemos que tenemos la razón”, dijo el presidente ejecutivo de RCTV, Eladio Lares, luego de instaurar una solicitud de amparo constitucional y una medida cautelar ante el máximo tribunal.
El abogado del canal, Oswaldo Quintana, declaró a la prensa que la medida del Ejecutivo de no reanudar la concesión a RCTV responde a una “retaliación política”. “Se tomó una medida de revancha contra el canal. Después se buscó justificarla con un supuesto plan nacional de telecomunicaciones” , añadió Quintana.
Los últimos hechos
A pesar de las quejas y los reclamos, el presidente Hugo Chávez reiteró esta semana que no renovará la concesión a RCTV, canal al que ha acusado de conspirar contra su gobierno y respaldar el fallido golpe del 2002. Por su parte, el canciller venezolano, Nicolás Maduro, acusó a los dueños del canal privado de promover una “arremetida mediática” internacional para tratar de afectar la imagen del gobierno por la decisión de no renovar la concesión. Maduro expresó que se ha tratado de convertir el caso de RCTV en un “tema para hacerle daño a Venezuela”. El canciller llamó “mafiosos” a los dueños de los medios de comunicación, y afirmó que “uno de esos mafiosos anda por el mundo diciendo mentiras, tratando de hacerle daño a la imagen internacional de Venezuela”.
El canciller hace el señalamiento porque Granier acaba de hacer una gira por Europa y Estados Unidos exponiendo el caso del canal.
Maduro indicó que para enfrentar la campaña contra el gobierno de Chávez, el Ejecutivo y la Asamblea Nacional acordaron el envío de misiones de congresistas, intelectuales, artistas, a varios países de Europa y Latinoamérica, para informar sobre las motivaciones de la no renovación de la concesión a RCTV. Agregó que el plan será reforzado por los embajadores venezolanos.
Motivos oficiales
Según Chávez, la licencia de Radio Caracas Televisión tiene más de 50 años de existencia y no será renovada porque ese canal “alentó” el golpe de Estado que lo desalojó temporalmente del poder.
El canciller venezolano aseguró que la próxima semana el gobierno venezolano iniciará su propia campaña explicándole a la gente “la verdad sobre la necesidad del establecimiento de un nuevo orden comunicacional: democrático, cooperativista, comunitario, abierto, donde los guionistas, escritores, artistas, creadores, tengan la oportunidad”.
Planteó que a partir del próximo 28 de mayo la señal de RCTV será empleada por el gobierno para fomentar “un nuevo modelo de televisión de servicio público, en manos de los creadores, de los artistas, de los actores, de los guionistas, de los escritores; de la gente que siempre quiso hacer televisión, de los técnicos, de los periodistas, de los informadores”.
Sostuvo que el fin de la concesión a RCTV permitirá “acabar con la violencia, la droga, la prostitución, la pornografía, que han sido los “valores” que han transmitido estos medios durante muchos años”.
La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) y la Asociación Nacional de Diarios de Brasil (ANJ) condenaron la decisión del gobierno venezolano de no renovar la licencia del canal. “Es un caso de clara violencia contra los medios de comunicación y un paso más hacia la estatalización y control de todos los medios de prensa”, declaró a periodistas el presidente de la ANJ, Nelson Sirotsky, del grupo de comunicación Rede Brasil Sul (RBS), uno de los más importantes del país.
Según Sirotsky, quien participó en un debate sobre Libertad de Prensa en la Cámara de Diputados de Brasil, la renovación de la licencia de un canal de televisión debería ser “permanente” y no decidida por “el juicio político” de un determinado gobierno.
El editor brasileño consideró que, así como “la situación en Cuba es una preocupación recurrente” entre quienes defienden una prensa libre en el mundo, en el momento actual “la gran preocupación” y la “primera prioridad” es el caso de Venezuela.
Granier concluyó que “la intervención es puramente política y está destinada a que no haya opinión disidente en Venezuela”. El dueño del canal confía todavía en que una declaración de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos antes del día 27 impida el cierre de su emisora. “Esperamos que se haga justicia, eso es lo que queremos”, dijo.