El presidente George W. Bush defendió el sábado el éxito alcanzado en el comercio al reunirse con su colega uruguayo Tabaré Vázquez como parte de la gira del mandatario estadounidense por Latinoamérica.
"Nos interesa la condición humana", dijo Bush, intentando contrarrestar las declaraciones de un influyente dirigente de izquierda con el cual no se reunirá: el venezolano Hugo Chávez.
En una parte del mundo donde la invasión estadounidense a Irak es especialmente impopular, Bush no ha hablado mucho la lucha contra el terrorismo, y aunque no menciona a Chávez por su nombre, su posición moderada trata de contrarrestar la creciente popularidad del dirigente venezolano, que acusa al capitalismo estilo estadounidense de la pobreza en Latinoamérica.
"Yo calificaría a nuestra diplomacia como discreta y efectiva, encaminada a servir a la gente, a mejorar la condición humana, con la finalidad de manifestar la gran compasión del pueblo estadounidense", dijo Bush durante una conferencia de prensa conjunta con Vázquez. Como lo ha hecho en sus otras escalas, mencionó incrementos en los programas de ayuda estadounidense a la región durante su mandato
Bush abordó su helicóptero en un helipuerto junto al Río La Plata para el viaje de casi una hora para reunirse con Vázquez en la Estancia Anchorena, un retiro presidencial en un parque nacional, a 193 kilómetros de Montevideo.
Recientemente, Estados Unidos firmó un acuerdo de comercio e inversiones con Uruguay que podría sentar las bases para un tratado de libre comercio. Pero ello se está complicando debido a la pertenencia de Uruguay al Mercosur, el bloque comercial sudamericano que rechaza acuerdos bilaterales exteriores.
Uruguay, flanqueado por Argentina y Brasil, quiere vender más carne vacuna y textiles a Estados Unidos, su mayor socio comercial en dos de los últimos tres años.
Los dos mandatarios hablaron de las restricciones estadounidenses a las importaciones uruguayas. Vázquez destacó que en su diálogo con Bush el propósito fue tratar de "incrementar el intercambio comercial, la posibilidad de aumentar la colocación de nuestro trabajo en el mercado de Estados Unidos" e intensificar "el intercambio científico, tecnológico, cultural, con el país hermano".
Ambos acordaron continuar el diálogo posteriormente. Vázquez precisó que el encuentro sirve de bases para que expertos comerciales y agrícolas de ambos países se reúnan para resolver sus diferencias, y Bush expresó que Estados Unidos está listo para "reducir los subsidios agrícolas", pero primero quiere estar seguro de que "hay un mercado para nuestros productos".
Vázquez también señaló la necesidad de cambios en las políticas migratorias de Estados Unidos y Bush dijo que él buscará "una ley de migración compasiva y razonable" que reconozca que no se puede dar la ciudadanía automáticamente a los indocumentados, pero "tampoco se puede sacar a la gente a patadas".
Bush dijo haber hablado con el presidente Vázquez sobre el uso del etanol como combustible y reconoció sus esfuerzos por mejorar la economía nacional, la cual crece a una tasa estimada de 7%.
Al mismo tiempo, el presidente uruguayo expresó el deseo de su gobierno de "buscar una forma amistosa por el camino del entendimiento, del razonamiento, para solucionar este triste diferendo que tenemos con nuestros hermanos argentinos", refiriéndose a la controversia por la instalación de una planta de celulosa a orillas del río Uruguay, en la frontera entre ambos países.
En alusión a Mercosur, y a las diferencias que mantiene con Brasil y Argentina, Vázquez dijo que "no queremos un proceso de integración cerrado sino abierto" para que Mercosur "se pueda integrar con otros bloques o con otros países del mundo", al mismo tiempo que permita que "cada uno de los integrantes de este proceso, por ejemplo, Uruguay, pueda ejercer su derecho soberano de desarrollar relaciones bilaterales con otros procesos de integración o con otros países".
Vázquez, político centroizquierdista que es partidario de la democracia y el mercado libre, sostuvo conversaciones sobre "posibles caminos para una intensificación del intercambio comercial" bilateral durante una visita a Bush hace 10 meses en la Casa Blanca.
El día previo, Bush logró un acuerdo de difusión del uso de etanol con el presidente brasileño Luiz Inacio Lula de Silva.
Bush trata de acercarse a los dirigentes democráticamente electos de Latinoamérica, tanto de izquierda como de derecha, durante su gira por Latinoamérica. Disfrutó de un asado con Vázquez e invitó a Lula a visitarlo en la residencia de descanso presidencial de Camp David, Maryland.
El domingo visitará a una nación con un gobierno de corte conservador, Colombia, y el lunes irá a Guatemala, para luego pasar martes y miércoles en México. Esas tres naciones se encuentran gobernadas por la derecha, en contraste a la fuerte presencia de la izquierda en la región.
La gira de Bush ha sido acompañada por manifestaciones en su contra.
La policía reprimió protestas violentas en Colombia y en Guatemala, sacerdotes indígenas planean purificar un sitio arqueológico luego de la visita de Bush. El jueves en Sao Paulo, la policía lanzó gas lacrimógeno y enfrentó a bastonazos a grupos de manifestantes, luego de unas 6.000 personas realizaron una marcha que se condujo pacíficamente.
La noche del viernes, Chávez encabezó un acto contra Bush, de dos horas de duración y ante casi 20.000 personas, en un estadio de fútbol en Buenos Aires, del otro lado del Río de la Plata, la frontera natural con Uruguay.
Siguiendo a Bush, Chávez planea estar en Bolivia mientras el presidente estadounidense visita la cercana Colombia. Y cuando Bush esté en Guatemala, su contraparte venezolana se encontrará en Haití.
Bush se ha negado a mencionar siquiera por nombre a Chávez, cosa que se torna cada vez más difícil ahora que el presidente venezolano a aumentado la intensidad de sus ataques personales y el sábado, por segundo día consecutivo, se negó a responder una pregunta de la prensa sobre por qué no habla de su némesis venezolano.
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