POR ENRIQUE VARGAS Y ARIDIO PERDOMO
(DE EL NACIONAL, VESPERTINO DOMINICANO)
PUERTO PLATA.‑ Unas 10 personas han sido detenidas y son interrogadas por la Policía en relación al asesinato del inversionista estadounidense Lloyd Robbins, quien ayer fue asesinado de tres balazos. Trascendió hoy que la víctima tenía problemas relacionados a la compra de unos terrenos en La Vigía.
El cadáver del estadounidense tenía un orificio en la nuca y fue encontrado amarrado en el interior de su vehículo en la carretera que conduce al batey Boca Nueva, del central azucarero Montellano, ayer cerca del mediodía.
Las autoridades policiales realizan allanamientos en diversos puntos de esta ciudad y comunidades vecinas. Robbins era nativo de Kentucky, Estados Unidos y residente en Miami. Propietario de una cadena de 20 restaurantes en diversas ciudades norteamericanas.
Entre los detenidos está el haitiano Fito Dan Brevir, encargado de una finca propiedad de la víctima y la cual se encuentra ubicada en La Vigia, próximo al complejo Tall Hill donde residía temporalmente. También hay preso para investigación otros cuatro haitianos.
El empresario extranjero no hablaba español y era asistido para la traducción del haitiano Brevir.
El cadáver fue trasladado al Instituto de Patología Forense en Santo Domingo para el examen patológico.
El coronel José Mora Reynoso, jefe del comando Regional Norte de la Policía, y el coronel Manuel Santa María Fondeur, subdirector del departamento de Delitos Monetarios, comandan las investigaciones.
Los investigadores manejan dos hipótesis: que pudo tratarse de un ajuste de cuentas por negocios realizados en Estados Unidos o por sus relaciones comerciales aquí.
El cadáver del empresario tiene una herida de bala en la nuca y otras dos en la espalda.
Robbins estaba en el interior de una camioneta Izuzu año 2006 doble cabina, blanca, placa L‑212550.
Junto al cuerpo se encontró un revólver Smith & Wesson calibre 38, que se desconoce si era portado por la víctima con permiso legal, una funda con dinero en efectivo y además tenía reloj, anillo, cadena y otros objetos los que no fueron tocados por sus ejecutores.
Robbins residía temporalmente en el proyecto turístico Tall Hill, próximo a Playa Dorada, junto a su madre Mary Shupp, de unos 80 años de edad, la que salió el mismo día de su muerte a Estados Unidos.
Hace algunos meses Robbins adquirió en compra una finca en La Vigía donde proyectaba instalar un laboratorio de trabajo para desarrollar la crianza de animales y la producción de alimentos orgánicos.
En una ocasión solicitó al Gobierno que le permitiera traer al país maquinarias desde Estados Unidos para ayudar a los moradores de esas localidades, estudiantes y agricultores, en la realización de trabajos agrícolas.
Además, proyectaba construir allí un local para albergar un destacamento de la Policía. Las personas que le conocieron hablaron de sus preocupaciones comunitarias y su bondad.
Por medio de Robbins fue reparada una camioneta abandonada en la dotación policial, y además donó una motocicleta para el patrullaje en El Cupey, la Gran Parada y Niña Gómez.
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