(DE HOY, MATUTINO DOMINICANO)
PUERTO PLATA.- Desconocidos mataron ayer de tres balazos, incluyendo uno en la nuca, a un inversionista estadounidense a quien dejaron amarrado en el interior de su vehículo en la carretera que conduce al batey Boca Nueva, del central azucarero Montellano.
La víctima fue identificada como el ingeniero civil Lloyd Robbins, nativo de Kentucky, Estados Unidos, pero residente en Miami y propietario de una cadena de 20 restaurantes en diversas ciudades norteamericanas.
La víctima presentaba una herida de bala en la nuca y otras dos en la espalda, según relataron personas que pasaban por el lugar y lo encontraron sin vida y de inmediato dieron parte a la Direcci¢n Regional Norte (Puerto Plata) de la Policía Nacional. Su cadáver fue encontrado a eso de las 11:30 de la mañana.
Robbins conducía una camioneta Izuzu año 2006 doble cabina, color blanco, placa número L-212550. Se descarta que el móvil del crimen fuera el robo porque en el interior del vehículo fueron encontrados un revólver Smith & Wesson calibre 38 que se desconoce si era portado por la víctima con permiso legal, una funda con dinero en efectivo y la víctima tenía reloj, anillo, cadena y otros objetos los que no fueron tocados por sus ejecutores.
Al lugar del hecho se presentaron oficiales de los departamentos investigativos de la Policía para iniciar las investigaciones. Robbins residía temporalmente en el proyecto turístico Tar Hill, próximo a Playa Dorada, junto a su madre Mary Shupp, de unos 80 años de edad, la que precisamente partió ayer en viaje familiar a los Estados Unidos.
Hace algunos meses Robbins adquirió en compra una finca en la comunidad de La Vigía en la que proyectaba instalar un laboratorio de trabajo para desarrollar la crianza de animales y la producción de alimentos orgánicos.
En una ocasión solicitó al gobierno que le permitiera traer al país maquinarias desde los Estados Unidos para ayudar a los moradores de esas localidades, estudiantes, agricultores en la realización de trabajos agrícolas.
Además, proyectaba construir allí un local para albergar un destacamento de la Policía, debido a los constantes robos que se producen en La Vigía.
Por medio de Robbins fue reparada una camioneta abandonada en la dotación policial, y además donó una motocicleta para el patrullaje en las comunidades de El Cupey, la Gran Parada y Niña Gómez.
En relación con esta muerte la Policía no había detenido a ninguna persona, aunque los investigadores dijeron tener buenas pistas para capturar a los autores del crimen.
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