Empero, Radhamés Jiménez dijo que será a partir de hoy cuando la comisión integrada por la procuradora adjunta Gisela Cueto; el procurador de la Corte de Apelación de San Francisco de Macorís, Amado José Rosa, y la de Santiago, Vielka Calderón, iniciará el proceso de investigación dispuesto por él.
Jiménez y el jefe de la Policía, Bernardo Santana Páez, estuvieron ayer en el ayuntamiento de Sosúa reunidos con familiares del malogrado fiscal y autoridades del municipio, y dispusieron la protección de la periodista Teresa Acosta, quien acompañaba a Ceballos Peñaló al momento de su muerte.
Ambos funcionarios llegaron horas después de que fuera sepultado José Rosario, un joven de 19 años que murió en medio de las protestas que se escenificaron el viernes luego del entierro de Ceballos Peñaló.
En los incidentes también falleció un joven de apellido Reyes que padecía problemas mentales, tras ser arrollado por un automóvil, y que fue sepultado ayer en medio de consignas y protestas de familiares y amigos que reclamaban justicia.
Mientras se sepultaban los restos de ambos jóvenes en el cementerio de los Charamicos de Sosúa, corrió el rumor de que había muerto Dionisio Checo, uno de los heridos en las protestas, lo que fue desmentido, aunque se confirmó que su estado era crítico.
Por los incidentes había ayer 11 detenidos. Lilian Ceballos, hermana de la víctima y vicesíndica de Sosúa, dijo que “el pueblo está claro en que se trató de un vil asesinato” y se quejó de que pretenden involucrar a su pariente en hechos bochornosos.
La periodista Teresa Acosta narró que estando en un restaurante junto a Ceballos Peñaló él recibió una llamada de que un guarda espalda suyo estaba preso y cuando fue al cuartel policial descubrió que era mentira.
“Entonces, se ofreció a llevarme a casa ( en una camioneta) y a escasos metros de su vivienda una yipeta color rojo le cruzó delante y al intentar dar marcha atrás fue bloqueado, acorralado”, dijo. Indicó que de la yipeta “se tiró una persona vestida de policía, con chaleco negro, y no le dio tiempo a nada (al fiscal), sólo dijo me van a matar, cuídate y abájate. Fue lo último que le escuché decir; luego vinieron los disparos y su sangre cayó sobre mí”, expuso.
Señaló que “lo que más ha consternado es, que además de que lo mataron físicamente, han tratado de hacerlo moralmente y calificó de desafortunadas las declaraciones sobre el caso hechas por Rodolfo Espiñeira, procurador general interino.
El gobernador de la provincia de Puerto Plata, César José de los Santos, reiteró que el fiscal Ceballos Peñaló era una persona querida y reconoció que su asesinato y los incidentes han afectado la actividad turística