.
MADRID, España.- El 28 de octubre del 2003, un grupo de adolescentes dominicanos atacó con armas blancas a un joven colombiano al que equivocadamente identificaron como miembro de una banda enemiga. Ronny Tapias, de 17 años de edad, que acababa de salir del instituto de bachillerato de Barcelona donde estudiaba, murió en un centro médico a consecuencia de las heridas.
En abril de 2005, la Audiencia de Barcelona condenó a tres de los atacantes dominicanos a 17 años de prisión después que el jurado considerase probado que integraban el grupo de cinco criollos que mataron a Tapias y golpearon a un amigo colombiano que le acompañaba para que no pudiera auxiliarle
Los condenados: José Antonio Méndez, de 22 años; Johan Smith Calderón, de 21, y Sandy Benítez, de 22, apelaron la sentencia que sin embargo le fue confirmada por el Tribunal Supremo esta semana
Los otros dos dominicanos menores de edad que integraban el grupo de agresores, fueron condenados a ochos años de internamiento -máxima pena que contempla la Ley Española del Menor- y a otros cuatro en libertad vigilada
Lo anterior pudo haber constituido la génesis de una situación que ha comenzado a preocupar a las autoridades españolas y dominicanas en la llamada Madre Patria, motivada por el comportamiento de adolescentes criollos llegados en los últimos tiempos a ese territorio
Los recientes hechos violentos ocurridos en el municipio madrileño de Alcorcón, donde resultaron implicados jóvenes dominicanos, bolivianos, mexicanos y españoles, pusieron los ojos de los medios de comunicación y sociedad española en el problema.
“Ellos se constituyen en bandas de autodefensas para poder ser recibidos por la nueva sociedad”, explica el sociólogo Pedro Álvarez, presidente del Voluntariado Madres Dominicanas (Movade), al tratar de explicar la situación en las que se están envolviendo los adolescentes criollos.
Revela que el 37 por ciento de las dominicanas que emigran solteras se casan con españoles lo que implicada más tarde una reagrupación familiar.
Esos jóvenes, dice, son traídos a un nuevo ambiente sin que se les pregunte sin están de acuerdo
El investigador sostiene que la reagrupación familiar trae problemas, razón por la cual el proyecto migratorio español debe modificarse para reajustar esa nueva situación.
Al explicar el problema de la reagrupación familiar, Álvarez dijo que por lo general las madres traen sus hijos que se criaron con sus abuelos, que es a quienes verdaderamente obedecen.
A llegar se encuentran con una sociedad distinta y la realidad de que sus padres trabajan muchas horas al día por lo que en las calles encontrará su verdadera familia, dijo.
Álvarez considera que los jóvenes son agresivos porque no entienden el nuevo sistema y responden con violencia. Aseguró que lo mismo no sucede con los niños, de los cuales refirió son un ejemplo tanto en el aspecto escolar como de conducta.
Precisamente en el momento en que en un reciente acto el embajador dominicano en España, Alejandro González Pons, junto aún grupo de instituciones, premiaba a niños criollos que obtuvieron notas meritorias en sus colegios, se presentaba un estudio realizado por Carlos Feixa, de la Universidad de Barcelona, sobre la violencia de los jóvenes latinos en España y donde los dominicanos ocupan un lugar importante.
Latin Kings y Dominican Don’t Play”
La actividad de reconocimiento de las entidades dominicanas se produjo en el salón Simón Bolívar de las Casas de las Américas, en Madrid, pero en otro salón del sótano del edificio Feixa daba a conocer el resultado de su investigación con un libro que tituló: “Jóvenes Latinos: espacio público y cultura urbana”, donde describe el proceso migratorio de los latinoamericanos a España.
La novedad en la actividad fue la presencia del joven ecuatoriano César Andrade (Manaba), vocero de los Latin Kings, la organización juvenil que dirige Mélodi Jaramillo y a quienes se responsabiliza de muchos actos de violencia que cometen los jóvenes hispanos en todo el mundo.
Al ser la primera vez que el grupo se presentó públicamente produjo la presencia de todos los medios de comunicación españoles.
Al tocar el capítulo dominicano, el estudio señala que el proceso migratorio dominicano hacia España es iniciado por la madre y los niños se quedan con sus padres, abuelas u otros parientes.
EL IMPACTO
Emigra el padre y luego los hijos
Mientras los padres están ausentes, los niños y jóvenes dominicanos en sus pueblos o barrios reciben dinero extra que les permite vivir por encima del promedio de amigos que les rodean, y gozar de libertad de acción.
Llegan porque “los traen”, no por decisión propia. Los sacan de un momento de sus vidas que disfrutaban y llegan a un completo “shock”. El barrio y su ruido se convierte en un apartamento pequeño, cerrado, silencioso. “La madre con la que se reencuentran es una persona distinta a la que habían conocido y lo mismo sucede con los hijos para las madres. El trauma del reencuentro puede llegar a los golpes”, apunta el estudio.
Los jóvenes se chocan con una realidad que no era tan esplendorosa como se veía en la distancia. Sus padres no viven tan bien como esperaban, la vida no es tan fácil.
El autor señala que la mayoría de los jóvenes que cometen delitos lo hacen en grupo, y a estos atribuye que se culpe a grupos tales como Latin Kings y Dominican Don’t Play”.
Sin embargo Madara afirma que nadie ha podido demostrar que la finalidad de estos grupos es cometer actividades delictivas, aunque admite que algunos de manera individual violan las leyes.
“Si se toma en cuenta que las migraciones incrementaron a finales de los 80, s y principios de los 90, s se deduce que muchos de los jóvenes que están viniendo por reagrupación familiar fueron dejado muy niños en República Dominicana” comentó Álvarez.
INICIATIVAS
En presencia de grupos juveniles en lugares con alta presencia de criollos como Cuatro Caminos y Orerse, ha llamado la atención de las autoridades dominicanas.
El cónsul Marcos Cross Sánchez, explicó que acudió a esos lugares donde acordó llevar computadoras y locales para que esos jóvenes reciban educación u ocupen su tiempo de ocio.
En esta actividad dijo, están involucradas las asociaciones de dominicanos y los padres que también han reconocido su nuevo problema.
Un tribunal condenó a un grupo de adolescentes dominicanos que el 28 de octubre del 2003 atacó con armas blancas a un joven colombiano al que equivocadamente identificaron como miembro de una banda enemiga.