La basura ha hecho casa en sectores de la provincia Santo Domingo Este y el Distrito Nacional. En Los Mina –sur-, por ejemplo, los moradores echan de menos a los camiones de recogida de la basura en intersecciones como la Fernández de Navarrete esquina Siete.
En ese sitio, los desechos de comida y ramas podadas se amontonan y ocupan buena parte de ambas calles.
“La recogida está pésima aquí en la zona oriental, el camión pasa cada dos o tres días. La acumulación es excesiva. Esto es un desastre, Juancito Sport no arranca. El conglomerado lo dice y él ni siquiera aparece en pintura”, reprocha el comerciante Juan Carlos González.
La escena de insalubridad se repite en la calle Guayubín Olivo, de Cancino. Moscas, insectos y pestilencia anuncian a distancia el basurero que se ha formado a la orilla de esta vía. Ni la avenida San Vicente de Paul se salva del cúmulo de desechos: la gente puso su basura en la isleta, pero es tanta que se ha caído al asfalto.
Más allá, en la esquina con Balbina de Peña, los desechos le han robado la acera a los peatones. Caminar por el estrecho paseo es difícil sin salir sucio.
En la capital, Tolentino Féliz dice que la recogida es satisfactoria en la Zona Universitaria. “El síndico se está ocupando de recoger la basura en este lugar. Hay acumulación porque son las nueve de la mañana y los fines de semana el camión pasa por la tarde”, agrega.
Sin embargo, en otras vías del sector también hay cúmulos.
“Ellos tienen muchos días que no vienen a recogerla. Mira el basurero que hay ahí. Ya tú sabes cómo es que estamos, aguantando ese olor”, explica María Rubiera, residente en San Carlos, frente al destacamento.
Un olor putrefacto se desprende del lugar y el suelo se ha puesto marrón por las aguas que desprenden las fundas con desperdicios. Los “buzos” también contribuyen con este monumento a la suciedad.
Villa Consuelo es un vertedero, próximo al Quinto Centenario. Dos contenedores con basura hasta el tope constituyen el colmo del descuido municipal. Allí, no respirar es la más saludable de las alternativas.
En ese sitio, los desechos de comida y ramas podadas se amontonan y ocupan buena parte de ambas calles.
“La recogida está pésima aquí en la zona oriental, el camión pasa cada dos o tres días. La acumulación es excesiva. Esto es un desastre, Juancito Sport no arranca. El conglomerado lo dice y él ni siquiera aparece en pintura”, reprocha el comerciante Juan Carlos González.
La escena de insalubridad se repite en la calle Guayubín Olivo, de Cancino. Moscas, insectos y pestilencia anuncian a distancia el basurero que se ha formado a la orilla de esta vía. Ni la avenida San Vicente de Paul se salva del cúmulo de desechos: la gente puso su basura en la isleta, pero es tanta que se ha caído al asfalto.
Más allá, en la esquina con Balbina de Peña, los desechos le han robado la acera a los peatones. Caminar por el estrecho paseo es difícil sin salir sucio.
En la capital, Tolentino Féliz dice que la recogida es satisfactoria en la Zona Universitaria. “El síndico se está ocupando de recoger la basura en este lugar. Hay acumulación porque son las nueve de la mañana y los fines de semana el camión pasa por la tarde”, agrega.
Sin embargo, en otras vías del sector también hay cúmulos.
“Ellos tienen muchos días que no vienen a recogerla. Mira el basurero que hay ahí. Ya tú sabes cómo es que estamos, aguantando ese olor”, explica María Rubiera, residente en San Carlos, frente al destacamento.
Un olor putrefacto se desprende del lugar y el suelo se ha puesto marrón por las aguas que desprenden las fundas con desperdicios. Los “buzos” también contribuyen con este monumento a la suciedad.
Villa Consuelo es un vertedero, próximo al Quinto Centenario. Dos contenedores con basura hasta el tope constituyen el colmo del descuido municipal. Allí, no respirar es la más saludable de las alternativas.
En el municipio Santo Domingo Oeste hay poca basura
El servicio de retiro de la basura en el municipio Santo Domingo Oeste luce sin problemas. Así quedó evidenciado en un recorrido por las principales calles de los sectores populares Buenos Aires, Las Palmas y El Abanico, de Herrera. Las vías primarias como las avenidas Isabel Aguiar y 27 de Febrero se observan limpias, sólo con algunas fundas del Ayuntamiento para ser recogidas.
Eso sucede también en las vías secundarias, que están despejadas y los amontonamientos, que son recurrentes en otros lugares, allí son prácticamente inexistentes.
Esto es en general, con la excepción de la cañada de Guaijimía, que parece haber adquirido la categoría de vertedero, por la gran cantidad de basura que contiene. Vasos y galones plástico arrojados por la gente que vive en las márgenes del afluente han tornado blanca la apariencia de la cañada.
Tres puntos importantes
San Carlos es punto crítico
En la Caracas con Montecristi, obreros del ADN recogían afanosamente la basura. El camión salió lleno, pero a pocas cuadras de allí, la historia era diferente.
Alma Rosa pasó la prueba
En el recorrido por Santo Domingo Este, el sector de Alma Rosa pasó la prueba de los problemas de basura. Sus calles están limpias.
Don Bosco vive con la basura
La calle 30 de Marzo casi esquina México es un proyecto de basurero. Excrementos y desechos de alimentos armonizan en plena vía pública, para regocijo de moscas y perros realengos.
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