Desconocidos lanzaron dos bombas de fabricación casera a las 2:30 de la madrugada de hoy, en un salón de belleza en el Ensanche la Fe, provocando daños en su interior y destruyendo la puerta frontal de cristal.
Vecinos informaron que la Policía encontró otras tres bombas sin explotar preparadas en botellas de un litro, a pocos metros del local, las que los agentes tomaron como evidencia.
El negocio, ubicado en la calle Rafael J. Castillo número 51 de ese sector, es propiedad de Brígida Peralta, quien aseguró que aunque no tiene enemigos cree que el móvil del hecho pudo ser la envidia debido al éxito que tiene su salón desde hace cuatro años.
Descarta la posibilidad de que las detonaciones fueran para robarle.
Peralta, su esposo y sus tres hermanos, denunciaron que desde las 3:00 de la mañana de hoy han recibido más de 15 llamadas molestosas al teléfono del negocio.
María Elena, hermana de la comerciante, quien también labora allí, aseguró que en una de las llamadas una voz de mujer preguntó por ella, y cuando confirmó con quien hablaba colgó.
Precisó que en otra llamada preguntaron si era la Dirección de Aduanas y en otra por una tal Julissa, en las demás colgaron sin hablar.
El esposo de Peralta, Antonio Ferreira (Tony), narró que aparentemente colocaron una primera bomba "molotof" en la puerta de cristal para hacer el hueco por el cual lanzaron la segunda, que incendió un mueble y produjo una bola de fuego en el interior del negocio.
Informó que la Policía llegó después de muchas llamadas a infructuosas a esa institución y al número de emergencias 911.
Dijo que también miembros de la dirección de antiexplosivos de los bomberos acudieron para investigar el hecho.
Vecinos avisaron de inmediato al hermano menor de Peralta, William Peralta, quien dijo que pidió desesperado las llaves del local a su hermana Brigida y salió corriendo a apagar el fuego con cubos de agua que tomó del patio del local.
"Eso no se ve que es para robar, se supone que es una maldad, es una forma de vandalismo", dijo la dueña indignada.
El salón esta mañana todavía olía a quemado y sus paredes, espejos y pisos estaban completamente ahumados.
El negocio está separado por una pared de una casa donde vive una señora de 80 años y sus dos hijos de 53 y 50 años, el menor está inválido desde que era un bebé.
La octogenaria, Leopoldina Rodríguez, agradeció, en medio de sus nervios, que los mismos dueños del local apagaran el fuego, porque el gran peligro que correrían ella y su hijo inválido si las llamas se extendían.
Los moradores del sector se quejaron de la ola de violencia que afecta ese sector y de la ausencia de agentes policiales después de las 10:00 de la noche.
Deogracia Mena, conocido como "Papallú" se quejó de que anoche tomaron a su hijo preso sin ninguna justificación.
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