Hechosdehoy.com 16/3/2007
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Mahmud Ahmadineyad anunció su decisión de viajar a Nueva York para defender ante el Consejo de Seguridad el programa de enriquecimiento de uranio de Irán y rechazar las sanciones.
Buscar el cara a cara
El presidente de Irán quiere de esta forma participar en la sesión del Consejo de Seguridad en la que se vaya a votar las nuevas sanciones contra su país que ya han sido acordadas en un borrador de resolución por los miembros permanentes (EEUU, China, Rusia, Reino Unido y Francia) y Alemania. Dumisani Kumalo, el embajador de Sudáfrica que presidirá el Consejo, hizo público que había recibido una carta del presidente iraní por medio del embajador de Irán en la ONU, Javad Zarif, pidiendo participar en dicha sesión, cuya fecha aún no está fijada.
En los pasillos de Naciones Unidas, según informaciones de Hechos de Hoy, se confirmó que la nueva estrategia de Irán busca el cara a cara de Mahmud Ahmadineyad con el embajador de EEUU para denunciar al Consejo de Seguridad lo que califica Irán como campaña de George W. Bush urdida por Israel. Esta decisión de Mahmud Ahmadineyad de defender en persona los planes nucleares de Irán se conoció el mismo día que el embajador británico ante la ONU, Emyr Jones Parry, presentó a los diez miembros no permanentes del Consejo el texto con las sanciones, como la prohibición de exportar armamento.
Cautela de Wolff
El borrador de resolución acordado está redactado bajo el capítulo 41 de la Carta de Naciones Unidas, que no permite una intervención militar, y exige a la República Islámica que suspenda sus actividades de enriquecimiento de uranio y de reprocesamiento y que clarifique las dudas que existen sobre los fines pacíficos de su programa nuclear.
Tras el acuerdo entre Rusia, Gran Bretaña, Francia, Estados Unidos, China y Alemania, los miembros restantes del Consejo recibirán un proyecto de resolución que enviarán a sus capitales antes de proceder a una votación. "Nuestro objetivo es una adopción veloz" del proyecto de resolución "pero nos gustaría ver a todo el Consejo apoyándolo", dijo el embajador estadounidense, Alejandro Wolff, expresando cautela sobre la fecha en que el texto podría ser sometido a voto.
Aún no hay trámites del visado
En Teheran el El presidente de Irán, Mahmud Ahmadinejad, se anticipó al anuncio afirmando que el Consejo de Seguridad no tiene "ninguna legitimidad" para imponer nada a Irán y que su país no teme nuevas sanciones económicas.
"Hoy los enemigos del pueblo iraní quieren utilizar al Consejo de Seguridad para impedir el progreso y el desarrollo de Irán, pero el Consejo de Seguridad no tiene ninguna legitimidad entre los pueblos del mundo", proclamó Mahmud Ahmadinejad. Fuentes diplomáticas estadounidenses explicaron que los iraníes les han comunicado el deseo del presidente de trasladarse a la ONU pero no han iniciado los trámites oficiales y la demanda de visados.
Irán no aceptó la resolución 1737
"Los embajadores hemos acordado reunirnos el miércoles próximo por la tarde" para volver a tratar el asunto, dijo asimismo el embajador sudafricano, Dumisani Kumalo, que ocupa la presidencia mensual del Consejo. Así pues, la votación, y adopción más que probable de la resolución, no tendrá lugar como mínimo hasta mediados de la semana que viene.
El endurecimiento de las sanciones es una respuesta a la negativa de Irán a acatar los términos de la resolución 1737 del Consejo de Seguridad, adoptada el 23 de diciembre, en la que se exigía la suspensión de su programa de enriquecimiento de uranio. Las grandes potencias sospechan que Irán quiere utilizar ese programa con fines militares, pero las autoridades iraníes sostienen que es exclusivamente pacífico y está destinado a producir combustible para sus futuras centrales nucleares.
Nuevo proyecto de resolución
El nuevo proyecto de resolución presenta algunas novedades respecto a la 1737, como la propuesta a los Estados miembros de la ONU de que no compren armas procedentes de Irán. Asimismo, insiste en las restricciones financieras y comerciales y a los viajes de ciertas personalidades iraníes vinculadas al programa nuclear.
Las seis potencias proponen asimismo que Mohamed ElBaradei, director de la AIEA, el organismo de la ONU encargado de vigilar el desarrollo nuclear en el mundo, presente un informe a los sesenta días de la adopción de la resolución para constatar el cumplimiento de sus términos.
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