viernes, septiembre 14, 2007

Aterrados indonesios sufren por réplicas en Sumatra

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BENGKULU, Indonesia (Reuters) - Los aterrados residentes en la isla de Sumatra de Indonesia se refugiaban el viernes en carpas fuera de sus dañadas viviendas, traumatizados por la última de más de 40 réplicas desde un gran terremoto que los afectó hace dos días.

La agencia de meteorología de Indonesia publicó el viernes la última de una serie de alertas de tsunami tras otro sismo de fuerte magnitud en Sumatra, aunque fue levantada cerca de una hora más tarde.

Funcionarios dijeron que se entregaron alimentos y ayuda en algunas áreas afectadas por el sismo, pero agregaron que se necesitaban muchas más carpas porque la gente estaba durmiendo en la interperie, ya sea porque sus casas fueron destruidas o por el miedo a volver a sus hogares en caso de más temblores.

"Hemos recibido ayuda de provincias vecinas, agencias de Gobierno y organizaciones internacionales y estamos entregándola a quienes la necesitan," dijo Muhammad Syamlan, vicegobernador de la provincia de Bengkulu, que está cerca del epicentro del terremoto del miércoles.

Ha habido una serie de temblores que oscilan en intensidad desde 4,9 a 7,8 desde el terremoto de 8,4 grados de magnitud que provocaron alertas de tsumani en los países del Océano Indico.

Sin embargo, no hubo informes de tsumani de la magnitud del que azotó la zona en el 2004, tras un terremoto de 9 grados de magnitud, y dejó más de 280.000 muertos.

El sismólogo Mike Turnbull de la Central Queensland University de Australia advirtió contra la complacencia por las frecuentes alertas de tsunami.

"El problema es, estoy fueron temblores muy grandes. Cada uno con capacidad de generar un gran tsunami," dijo Turnbull.

Al menos dos áreas en la provincia de Bengkulu fueron azotadas por inusuales marejadas tras el terremoto del miércoles, dijeron a Reuters residentes.

Cerca de 100 viviendas resultaron destruídas por una ola de 3 metros en Serangai, 70 kilómetros al norte de la ciudad de Bengkulu, pero no se reportaron víctimas.

"De pronto, escuché el sonido del agua que venía, se veía negro. Entonces le dije a todos que corrieran," dijo Johan, un granjero de 60 años. Además dijo que la mayoría de la gente ya había huído hacia lugares en altura después del sismo.

Padang Bakung, un pueblo a dos horas de camino al sur de Bengkulu, también fue afectado por grandes olas que inundaron casas con casi medio metro de agua. Las viviendas estaban a 60 metros de la costa.

Rustam Pakaya, director del Centro de Crisis del Ministerio de Salud indonesio en Jakarta, dijo que 14 personas habían muerto y se registraron 56 heridos a lo largo de la región, debido al terremoto del miércoles.

Los últimos temblores han provocado pánico entre las miles de personas que acampan en refugios precarios o carpas, usan linternas y lámparas a parafina y hacen fogatas en la noche.
Los caminos en el norte de la provincia de Bengkulu estaban llenos de carpas y un fotógrafo de Reuters estimó que cerca de 8 de cada 10 casas estaban seriamente dañadas o destruidas.

Agencias internacionales de ayuda habían enviado equipos para evaluar las necesidades, aunque no pudieron acceder a varios distritos periféricos.

(Reporte adicional de Mita Valina Liem y Adhityani Arga en Jakarta y Beawhiharta en Serangai

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