Los guatemaltecos acudieron este domingo a las urnas para elegir en segunda vuelta a su presidente entre dos estilos radicalmente opuestos: el socialdemócrata Alvaro Colom y el general retirado de derecha Otto Pérez Molina, en jornada sin incidentes marcada por la abstención.
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El presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Oscar Bolaños, garantizó 'la pureza del voto', por lo que exhortó a ciudadanos y militantes de los partidos políticos en liza a que 'respeten los resultados'.'No han existido incidentes que puedan opacar la marcha del proceso', aseguró Bolaños poco antes del cierre de los colegios electorales.
El TSE anunció que ofrecerá los primeros resultados oficiales significativos hacia las 20H00 ó 21H00 (02H00 ó 03H00 GMT), pues no habrá sondeos a boca de urna.
La jornada estuvo marcada por la alta abstención, según los observadores, lo que llevó a los postulantes y al actual presidente Oscar Berger, así como a otros responsables electorales a hacer continuos llamados a la población para que acudiera a votar.
Según Manfredo Marroquín, uno de los responsables de Mirador Electoral, un conglomerado de organizaciones sociales que tiene observadores destacados en todo el país, la participación ciudadana fue 'muy baja' y no 'superará el 45%'
.'Se podría decir que se invirtió la cifra de la primera ronda', en la que la abstención fue del 41% y el nivel de participación del 59%, agregó.Algunos colegios cerraron incluso antes de la hora ante la falta de votantes.
Para los analistas, la crispada campaña salpicada de acusaciones entre los dos candidatos y el menor interés que suscita entre los ciudadanos la elección presidencial que las municipales, explicaría esta abstención.
Pese a ello y a la poca credibilidad que suscitan las promesas de los candidatos presidenciales, ciudadanos como Dionisio Calicio, un indígena de la etnia Kak'chiquel, salió a las 04H00 hora locales de su casa para poder votar en Comalapa, a 90 km de la capital.'En los planes dicen que van hacer el bien, pero nunca cumplen, por eso a nosotros nos da igual gane quien gane, porque nosotros no ganamos nada', comentó Calicio a la AFP.
La inseguridad, el crimen organizado y la pobreza son los temas principales de ambos programas de gobierno, pero el estilo de los candidatos será determinante en esta elección, vigilada por más de 30.000 hombres de las fuerzas de seguridad y decenas de observadores internacionales, para prevenir desórdenes y garantizar la limpieza del proceso.
Con un eslogan basado en la 'mano dura', Pérez Molina, también conocido como el 'general de la paz' por su papel en la firma de los Acuerdos de Paz que pusieron fin en 1996 a 36 años de guerra civil, ha irrumpido como un huracán en una sociedad harta de tanta violencia, que se cobra una media de 15 víctimas mortales a diario.Su eventual victoria supondría el regreso a la máxima magistratura de un militar desde 1986 y también lo convertiría en el primer político que lo consigue en su primer intento.
Por su parte, para este tercer intento en conquistar la presidencia, Colom, uno de los tres guatemaltecos no indígenas convertido en sacerdote maya, ha propuesto una campaña basada en la 'esperanza'.No obstante, ambos se han mostrado favorables a la pena de muerte en el único país que junto con Cuba la mantiene en América Latina.
Una treintena de reos esperan en el corredor de la muerte la decisión presidencial desde hace varios años.En la primera vuelta, Colom, de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) -la primera fuerza del nuevo Congreso con 52 escaños aunque ello no le da la mayoría- aventajó en escasos cinco puntos a Otto Pérez Molina, del Partido Patriota (PP, derecha).
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