Enrique F. Molinero
El Universal/Servicios google
Viernes 21 de marzo de 2008
BERLÍN.— “Se busca. Vivo o muerto”, reza el cartel que circula desde hace siete años en todo el mundo árabe y también en Asia y en cualquier rincón del planeta donde se sospecha podría estar oculto Osama bin Laden. La recompensa que ofrece Washington por la cabeza del jefe de Al- Qaeda se eleva a 50 millones de dólares.
Pero Bin Laden sigue vivo y libre, y ahora, después de cumplir 51 años, decidió declarar la guerra a Europa y al Vaticano, a causa de las caricaturas del profeta Mahoma, que publicaron varios periódicos daneses y que fueron reproducidas en varios medios escritos europeos.
En un mensaje grabado y dirigido a los “líderes inteligentes” de la Unión Europea, que coincidió con el quinto aniversario de la invasión de Estados Unidos a Irak, Bin Laden recordó a Occidente que la publicación de caricaturas sobre el profeta era un crimen mucho peor que un ataque de fuerzas occidentales contra ciudades musulmanas con muerte de mujeres y niños y que tendrá consecuencias graves para los autores del crimen.
No fue todo. Por primera vez, el hombre más peligroso de la tierra y el más buscado por Estados Unidos, se atrevió a declarar una peligrosa e inédita guerra religiosa entre los seguidores del Islam y los fieles de la Iglesia católica, al acusar al papa Benedicto XVI de jugar un rol predominante en lo que llamó una nueva cruzada.
“La publicación de estos dibujos —parte de una nueva cruzada en la cual el Papa y el Vaticano tienen un rol significativo— es una confirmación de que la guerra continúa”, dijo el líder de Al-Qaeda en su mensaje de cinco minutos de duración y que fue difundido por As-Sahab, un foro mediático del grupo terrorista. “Que nuestras madres nos entreguen a la muerte si no nos alzamos en defensa del mensajero de Dios”, señaló Bin Laden.
La difusión del nuevo mensaje de Bin Laden propagó una pesada sombra de incertidumbre y temor sobre las principales capitales europeas y la Santa Sede. Expertos en terrorismo islámico en Berlín señalaron que el mensaje podía ser interpretado como una clara amenaza contra los países miembros de la UE y el Vaticano y una señal inequívoca de un ataque significativo inminente.
Algunos diplomáticos europeos fueron un poco más lejos y no descartaron la posibilidad de que Bin Laden haya decidido convertir al viejo continente en un nuevo campo de batalla. Esta idea cobró más fuerza con el ataque verbal dirigido contra el papa Benedicto XVI, quien enfureció al mundo musulmán cuando insinuó, citando a un rey bizantino, que Mahoma solo hacía “cosas malvadas e inhumanas” con su directiva de difundir, por medio de la espada, la fe que predicaba.
¿Enviará Bin Laden bombas humanas a la basílica de San Pedro? El Vaticano rechazó las acusaciones de Bin Laden y las califico como “infundadas”. Pero funcionarios de seguridad italianos admitieron a la agencia italiana ANSA que las amenazas eran serias y que no se podían ignorar.
Aun así, el portavoz jefe del Vaticano, reverendo Federico Lombardi, recordó ayer que el Papa había condenado rápidamente las caricaturas publicadas en los periódicos daneses y que había decidido establecer un diálogo oficial permanente con los líderes musulmanes. En cambio, la UE se negó a comentar la más reciente amenaza de Bin Laden.
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