Santo Domingo, Republica Dominicana.- La entrega de obras grado a grado han generado pingües recursos a los que la practican. En los últimos 5 años esas acciones les han generado más de 62 mil millones de pesos, según revela el ingeniero Roque Napoleón Muñóz, quien lleva casi 50 años combatiendo este tipo de fraude.
Ing. Roque Napoleón Muñóz mientras fue entrevistado en el programa Milagros desde la Z101
Explica que para el año 2005 la entrega de obras sin licitación pública o concurso les generó a los evasores unos 8 mil 312 millones 800 mil pesos.
En el 2006 el monto fue de 9 mil 327 millones 600 mil pesos; para el 2007 obtuvieron 15 mil 327 millones 600 mil pesos; en el 2008 el monto fue de 14 mil 40 millones 400 mil pesos; y para el 2009 la cantidad registrada fue de 15 mil 484 millones 400 mil pesos.
Señala que las obras que se asignan grado a agrado normalmente se les sobreestima el valor de costo en un 30 por ciento, lo que implica que ese porcentaje vaya a los bolsillos de los actores que intervienen en la construcción.
“Es una cultura no cumplir las leyes en este país. La solución que transformaría la economía dominicana es dejar de hacer las obras grado a grado”, aseguró el ingeniero, quien fue entrevistado en el programa Milagros desde la Z101.
A su juicio, las personas que cometen este tipo de crimen no son perseguidas porque dentro de las mismas hay grandes políticos y empresarios, por lo que entiende la corrupción es “una culebra de mil cabezas”.
Puso como ejemplo al director de la Oficina Para el Reordenamiento del Tránsito (Opret), Diandino Peña, de quien dijo “hace lo que quiera en este país y nadie lo fiscaliza”.
Aclaró que en el único gobierno dominicano que no se han conocido obras entregadas grado a grado fue en el de Juan Bosch (1963), pero que después esa práctica ha sido común para desgracia de la nación.
En el 2006 el monto fue de 9 mil 327 millones 600 mil pesos; para el 2007 obtuvieron 15 mil 327 millones 600 mil pesos; en el 2008 el monto fue de 14 mil 40 millones 400 mil pesos; y para el 2009 la cantidad registrada fue de 15 mil 484 millones 400 mil pesos.
Señala que las obras que se asignan grado a agrado normalmente se les sobreestima el valor de costo en un 30 por ciento, lo que implica que ese porcentaje vaya a los bolsillos de los actores que intervienen en la construcción.
“Es una cultura no cumplir las leyes en este país. La solución que transformaría la economía dominicana es dejar de hacer las obras grado a grado”, aseguró el ingeniero, quien fue entrevistado en el programa Milagros desde la Z101.
A su juicio, las personas que cometen este tipo de crimen no son perseguidas porque dentro de las mismas hay grandes políticos y empresarios, por lo que entiende la corrupción es “una culebra de mil cabezas”.
Puso como ejemplo al director de la Oficina Para el Reordenamiento del Tránsito (Opret), Diandino Peña, de quien dijo “hace lo que quiera en este país y nadie lo fiscaliza”.
Aclaró que en el único gobierno dominicano que no se han conocido obras entregadas grado a grado fue en el de Juan Bosch (1963), pero que después esa práctica ha sido común para desgracia de la nación.
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