BRASILIA - El presidente y candidato Luiz Inacio Lula da Silva se despegó en las encuestas y tiene actualmente al menos 20 puntos porcentuales de ventaja sobre su rival, el socialdemócrata Geraldo Alckmin, para la segunda vuelta electoral del 29 de octubre.
Pero Lula ya advirtió a sus simpatizantes no cantar victoria y dejar llevarse por los resultados de los sondeos.
"Por el amor de Dios. Tenemos todavía dos semanas de campaña", dijo Lula el martes tarde en un acto electoral en Río de Janeiro y tras conocerse el resultado de una última encuesta divulgada por la cadena de televisión Globo. "Ahora ya nos bajamos de los zapatos de tacón (o exhibirse como victorioso). Si hubiéramos ganado en el primer turno, creería que ganamos solitos porque no hubo manifestación, no hubo debate. Hubiera sido una victoria desabrida", agregó en el acto que reunió unas 12.000 personas, según su comando de campaña.
Creo, agregó Lula, que el "segundo turno será una obra divina, pues está permitiendo que consigamos unir a las personas".
La advertencia de Lula, de 60 años, sobre las encuestas no son gratuitas, dijeron analistas.
Carlos Lopes, de la firma consultora Santafe Ideias, recordó que todas los sondeos dieron a Lula como favorito para llevarse la victoria en un primer turno en las elecciones del 1 de octubre. Pero Alckmin repuntó, ayudado por un nuevo escándalo de corrupción que estalló en el seno del comando de campaña de Lula, y forzó la segunda vuelta.
Sin embargo, Lopes dijo que por la amplia diferencia entre Lula y Alckmin el pleito del 29 de octubre "parece prácticamente cerrado"
"Quedamos solo dependientes de algo extraordinario... un hecho escandaloso", dijo Lopes en conversación telefónica.
La misma advertencia sobre los sondeos fue hecha por Paulo Kramer, de la consultora Kramer& Asociados. "Ese juego aún no está jugado... las encuestas se equivocaron y se equivocaron feo en el primer turno", dijo en entrevista telefónica.
El sondeo de Datafolha, con un margen de error de dos puntos porcentuales, indicó que las intenciones por Lula subieron de 51% a 57% en una semana y que las proyecciones son que obtenga 60% de los votos válidos. La muestra, realizada entre lunes y martes a 7.133 personas, indicó que las intenciones de voto de Alckmin bajaron de 40% a 38% y que las proyecciones apuntan a que consiga 40% de los votos válidos.
La gran ventaja del presidente sobre su contrincante, dijeron los analistas, se debería tanto a que Lula arrancó de inmediato su campaña para el segundo turno exhibiendo los éxitos económicos de su gestión y con un lema directo: "no cambio lo seguro por lo incierto. Lula de nuevo". Alckmin, por su parte, no consiguió apoyos de partidos, sino de algunos dirigentes y casi en solitario tuvo que enfrentar la arremetida de declaraciones y discursos del mandatario y un nuevo equipo de campaña y recién elegidos gobernadores de impecable prestigio.
Alckmin, un anestesiólogo de 53 años de suaves modales, pareció no inmutarse con el resultado de la muestra y en un acto electoral en Sao Paulo, su bastión electoral, ratificó "vamos a llegar allá" a la presidencia.
"Brasil no va a perder otros cuatro años", agregó Alckmin, citado en una nota de su comando.
Pero en una muestra del ambiente diametralmente opuesto que reina en los comandos de los dos aspirantes, el diario Folha de S.Paulo abrió el miércoles su edición con dos fotos de los actos electorales de Lula y Alckmin cuando ya se conocía el resultado del sondeo.
Una foto muestra a Lula, que con una ligera sonrisa y con un guante de boxeo rojo, juega a dar golpes al ex pugilista Acelino 'Popó' Freitas, que le respalda. La otra foto es del acto de Alckmin, con el socialdemócrata rodeado del rostro serio y largo de ocho líderes de su partido y grupos aliados.
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