El presidente de la Conferencia del Episcopado Dominicano, monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio, defendió ayer el derecho de la Iglesia católica de señalar los males que afectan al país, por considerar que son parte de una realidad.
El prelado llamó a la clase política a comprender el papel de la Iglesia católica y dijo que la defensa de la parte moral y social no debe ser vista como política partidista.
“Nosotros no tenemos ninguna intención política partidista, es una realidad que está ahí y no puede negarse y que un gobierno no debe verlo como que fue él el causante, que eso viene de lejos y cuando nos ven como políticos no nos están entendiendo,” adujo.
Por su lado, el secretario de Economía, Planificación y Desarrollo, Juan Temístocles Montás, quien se ha erigido en los últimos días en vocero del Gobierno, reconoció que el país está aún lejos de solucionar sus problemas de pobreza, pero insistió en criticar a sectores locales, entre ellos la Iglesia católica, por considerar que han pretendido que este gobierno en poco más de dos años haya solucionado todos los problemas nacionales.
Dijo que se trata de sectores que se han resistido a reconocerle a este gobierno que en tan poco tiempo de gestión pública haya solucionado el problema de la deuda externa y adoptado las medidas pertinentes para estabilizar y retomar el crecimiento económico.
“Lo que estoy viendo es que en República Dominicana, no solo a nivel de la Iglesia sino de muchísimos sectores, haya ese sentido de urgencia y de prisa en la solución de problemas ancestrales en la sociedad, que solo el tiempo, en un contexto de crecimiento sostenido de la economía y de políticas sociales orientadas hacia una mayor cohesión social, van a resolver”, comentó el ingeniero Montás, en una nota de prensa.
Al ser entrevistado por El Caribe en Santiago, el arzobispo de esta arquidiócesis dijo que no se puede ver ningún distanciamiento entre la Iglesia y el Gobierno, porque solo “queremos que vean los datos que decimos y, si son falsos, que los nieguen, que se miren en el objetivo, pero que no hagan juicio de que nos estamos metiendo en política partidista”.
Según De la Rosa y Carpio, las críticas que hicieron los sacerdotes en el Sermón de las Siete Palabras son una realidad que todo el mundo sabe”.
De la Rosa y Carpio agregó que “nos da mucha pena cuando nos dan una lectura, una interpretación partidista y otra es que no estamos pensando en eso, sino en la realidad de la gente, en este gobierno, en los pasados y los futuros, pero vamos a continuar así, no tenemos más remedio”.
El ingreso países medio
Montás dijo que el ingreso per cápita más alto de los países de ingreso medio alto es de más o menos diez mil dólares anuales.
El prelado llamó a la clase política a comprender el papel de la Iglesia católica y dijo que la defensa de la parte moral y social no debe ser vista como política partidista.
“Nosotros no tenemos ninguna intención política partidista, es una realidad que está ahí y no puede negarse y que un gobierno no debe verlo como que fue él el causante, que eso viene de lejos y cuando nos ven como políticos no nos están entendiendo,” adujo.
Por su lado, el secretario de Economía, Planificación y Desarrollo, Juan Temístocles Montás, quien se ha erigido en los últimos días en vocero del Gobierno, reconoció que el país está aún lejos de solucionar sus problemas de pobreza, pero insistió en criticar a sectores locales, entre ellos la Iglesia católica, por considerar que han pretendido que este gobierno en poco más de dos años haya solucionado todos los problemas nacionales.
Dijo que se trata de sectores que se han resistido a reconocerle a este gobierno que en tan poco tiempo de gestión pública haya solucionado el problema de la deuda externa y adoptado las medidas pertinentes para estabilizar y retomar el crecimiento económico.
“Lo que estoy viendo es que en República Dominicana, no solo a nivel de la Iglesia sino de muchísimos sectores, haya ese sentido de urgencia y de prisa en la solución de problemas ancestrales en la sociedad, que solo el tiempo, en un contexto de crecimiento sostenido de la economía y de políticas sociales orientadas hacia una mayor cohesión social, van a resolver”, comentó el ingeniero Montás, en una nota de prensa.
Al ser entrevistado por El Caribe en Santiago, el arzobispo de esta arquidiócesis dijo que no se puede ver ningún distanciamiento entre la Iglesia y el Gobierno, porque solo “queremos que vean los datos que decimos y, si son falsos, que los nieguen, que se miren en el objetivo, pero que no hagan juicio de que nos estamos metiendo en política partidista”.
Según De la Rosa y Carpio, las críticas que hicieron los sacerdotes en el Sermón de las Siete Palabras son una realidad que todo el mundo sabe”.
De la Rosa y Carpio agregó que “nos da mucha pena cuando nos dan una lectura, una interpretación partidista y otra es que no estamos pensando en eso, sino en la realidad de la gente, en este gobierno, en los pasados y los futuros, pero vamos a continuar así, no tenemos más remedio”.
El ingreso países medio
Montás dijo que el ingreso per cápita más alto de los países de ingreso medio alto es de más o menos diez mil dólares anuales.
Montás: “La RD es un país pobre”
Temístocles Montás dijo que cuando se habla en estos términos se está perdiendo de vista que República Dominicana es un país pobre.
“Yo creo que es un grave error creer que somos un país rico, este es un país pobre”, recalcó el funcionario.
Sustentó esta apreciación en el hecho de que aún el país está clasificado por los organismos internacionales como una nación de ingreso medio bajo y recordó que apenas en agosto del año 2004 el ingreso per cápita era de unos US$2,500.
El funcionario destacó, sin embargo, que ha sido después de dos años de crecimiento económico sostenido que la República Dominicana está ascendiendo a la condición de país de ingreso medio alto, pero en la fase más baja, es decir de unos US$3,200.
“Yo creo que es un grave error creer que somos un país rico, este es un país pobre”, recalcó el funcionario.
Sustentó esta apreciación en el hecho de que aún el país está clasificado por los organismos internacionales como una nación de ingreso medio bajo y recordó que apenas en agosto del año 2004 el ingreso per cápita era de unos US$2,500.
El funcionario destacó, sin embargo, que ha sido después de dos años de crecimiento económico sostenido que la República Dominicana está ascendiendo a la condición de país de ingreso medio alto, pero en la fase más baja, es decir de unos US$3,200.
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