Susi Pola   A  finales de 2008, la Corte de San Francisco de Macorís liberó al pelotero  Ambiorix Burgos, acusado entonces de haber matado en Nagua a dos mujeres,  Josefina Minaya Martínez, de 38 años, y Angely Fañas, de 29, esta última  hostigada por el jugador. Ellas transitaban en un motor y él en su Hummer del  año y, de acuerdo a testigos, las atropelló pasándoles varias veces por  encima.  La Corte francomacorisana revocó entonces la  sentencia de la Jueza de Paz de Nagua, Nicolasa Zabala Hernández, dictando tres  meses de prisión como medida de coerción. El tribunal colegiado, presidido por  la jueza Delfina Amparo e integrado por Aníbal Medrano, Neifi Ventura y José  Cabral, decidió la presentación rutinaria de Burgos ante el tribunal, que “no  debía involucrarse en ningún tipo de problemas judiciales durante ese período”,  y una fianza irrisoria sin impedimento de salida.  Ambiorix  Burgos.  Ya  en libertad, Burgos fue contratado por Los Toros del Este, y La Romana lo vio  desplazarse provocativo por sus calles, montado en el vehículo con el que  atropelló y mató a las dos mujeres en Nagua, generando indignación y  manifestaciones de rechazo, de acuerdo a la prensa de entonces.  Cuando fue a jugar su temporada con los Mets de  New York, Burgos mantuvo su perfil violento y peligroso y allí, el 14 de abril  de 2009, abofeteó, empujó, dio patadas y amenazó de muerte a María López, su  novia, diciéndole que “la policía no se metía con él porque era pelotero”,  creyendo que estaba aún ante la complaciente Corte de Nagua. Pero allí fue  condenado a 9 meses de prisión y deportado en septiembre de ese año para la  República Dominicana.  El jueves pasado en la noche, Burgos secuestró  a su ex cónyuge, Dilenia Reynoso Hernández, de 29 años, escondida en la  residencia de la fiscal de Nagua, Agustina Castillo, por las amenazas de muerte  del pelotero. Se la llevó a Santo Domingo, pero fue arrestado en el peaje del  kilómetro 1 de la carretera Santo Domingo-Samaná, en su yipeta blanca,  rescatando a la mujer a quien habría obligado beber el veneno “tres  pasitos”.   Estadísticas internacionales señalan la tríada de la violencia  masculina como fenómeno sociocultural a vigilar: los hombres son violentos entre  sí, con las mujeres y consigo mismos, y esas mismas estadísticas determinan  dentro del perfil masculino violento, un 15% de ellos que no regresan de sus  violencias.La  judicatura debe preparar a jueces y juezas para enfrentar estos casos. De  momento, clases especiales para los/as jueces/zas de la Corte de San Francisco  de Macorís, Delfina Amparo, Aníbal Medrano, Neifi Ventura y José Cabral,   Santo Domingo, R.D., martes, 31 de agosto de  2010   | 
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miércoles, septiembre 01, 2010
Burgos, impunidad y reincidencia
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