Niños asesinados-Foto intratexto la madre
ILLINOIS, EE>UU>.- Una mujer de Illinois ha sido formalmente acusada de asesinar a una embarazada y al bebé que esperaba, que, según las autoridades locales, le fue arrancado del vientre. 
Los otros tres hijos de la fallecida, de siete, dos y un año, han sido encontrados muertos, y se investiga si la detenida es también autora material de estos crímenes.
El pasado jueves, la policía encontró el cuerpo de Jimella Tunstall, de 23 años, en un apartamento de la localidad de East Saint Luís, en el estado de Illinois. Los forenses determinaron al examinar el cuerpo que su vientre había sido abierto después de que un fuerte golpe dejara a la mujer inconsciente.
Según el resultado de la autopsia, Tunstall, que estaba embarazada de siete meses, se desangró debido a una herida abdominal causada por un objeto cortante, probablemente unas tijeras. La policía calificó el asesinato como "extremadamente brutal".
La policía sospecha que la mujer fue asesinada el 15 de septiembre, el mismo día que una de sus mejores amigas, Tiffany Hall, de 24 años, se presentó en un hospital con un feto muerto. Los doctores avisaron a la policía después de que la mujer ofreciera versiones contradictorias sobre el supuesto parto prematuro del niño, diciendo alternativamente que se había desencadenado por una violación, y luego que por haber mantenido relaciones sexuales con su novio. Como la autopsia del bebé no mostró signos de traumatismo o muerte no natural, el feto fue enterrado.
Fue durante las exequias del pequeño cuando Hall confesó a su novio que el niño no era suyo, sino que "había matado a la madre para conseguirlo". El hombre avisó a la policía, que detuvo a la mujer, y poco después encontró el cuerpo de Tunstall.
La detenida está en prisión bajo fianza de cinco millones de dólares y afronta dos cargos de asesinato, a los que probablemente se sumarán otros tres más si se comprueba que fue ella también quien dio muerte a los otros tres hijos de su amiga, encontrados muertos esta madrugada en un apartamento de la misma ciudad tras una angustiosa búsqueda de varios días.
Desde el momento de la aparición del cadáver de Tunstall, las fuerzas de seguridad buscaban por todo el estado a sus otros hijos. La última vez que se les vio con vida fue en compañía de la detenida, que en muchas ocasiones hacía de niñera de los menores.
Hall afronta penas de entre 20 y 60 años de prisión por cada cargo de asesinato, y en el estado de Illinois está vigente la pena de muerte, por lo que podría ser condenada a la pena capital.
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