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Brasilia.- Un día después de la reelección del presidente Luiz Inacio Lula da Silva con más de 58 millones de votos, el canciller brasileño Celso Amorim informó que su país buscará asumir una postura "más activa" en Sudamérica para contrarrestar la creciente influencia del presidente de Venezuela, Hugo Chávez.
En una entrevista publicada hoy por el diario "Folha de Sao Paulo" reseñadas por la agencia DPA, se señala que el gobierno de Lula considera que Brasil "descuidó a sus vecinos" y dejó espacios libres para que el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, asumiera un papel protagónico en el subcontinente y que Estados Unidos aumentara su influencia sobre algunos países de la región.
"Chávez ocupa con desenvoltura creciente un espacio de liderazgo que le correspondería naturalmente a Brasil -el país más poblado y con economía más diversificada de Sudamérica (...). De otro lado, Estados Unidos ya está dentro de Colombia y amplía su presencia en el Cono Sur vía Paraguay", apuntó el rotativo.
Amorim afirmó que Lula pretende "profundizar" las directrices de su política externa en el segundo mandato, en el que buscará apoyar principalmente a los socios menores del Mercosur mediante la concesión de financiamientos para proyectos de desarrollo. "Sea quien fuere el ministro, el presidente decidió profundizar la política externa y mirar cada vez más hacia América del Sur", enfatizó el ministro.
Amorim agregó que el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES, el organismo oficial de fomento) y el programa de exportaciones del estatal Banco do Brasil (Proex) jugarán un papel destacado en esa nueva política.
A través de esos mecanismos, el gobierno buscará impulsar proyectos de empresas públicas y privadas de Brasil en países vecinos.
Para ello, el ministro destaca la necesidad de volver más ágiles los mecanismos brasileños de financiamiento: "La burocracia del BNDES es lenta. Brasil promete. Pero luego Venezuela va a Bolivia, a Paraguay, a Uruguay y concede (la ayuda financiera). Después, todos dicen que Chávez es el líder".
Según "Folha de Sao Paulo", Lula y la Cancillería están satisfechos por el cambio de eje de la política exterior realizado en el primer mandato del presidente, cuando Brasil trató de acercarse a los vecinos sudamericanos y también a los países africanos y árabes.
En sus declaraciones al rotativo, Amorim reconoció que la diplomacia es insuficiente para que Brasil recupere su espacio en el subcontinente: "Es necesario usar los recursos brasileños en proyectos de infraestructura, de cooperación y de desarrollo, sobretodo en los países más débiles", afirmó.
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