El nuevo gobierno, que incluyó 17 cambios, está formado por un vicepresidente y 27 ministros. José Miguel Insulza (der.), secretario de la OEA, fue blanco de las duras críticas por parte del presidente Hugo Chávez.
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Hugo Chávez no quiso esperar a mañana, miércoles, cuando jura su cargo de presidente de Venezuela hasta 2013, y ayer dio una muestra de lo que ocurrirá a quienes se opongan a su autoridad.
Al chileno José Miguel Insulza, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), quien la semana pasada pidió a las autoridades venezolanas que reconsideren su decisión de no renovar la licencia de emisión a la televisora más antigua de Venezuela (RCTV), por ser una medida propia de una dictadura e inaudita en la democracia latinoamericana, Chávez le dijo que “debería renunciar por dignidad”.
“Voy a denunciar su injerencia en nuestros asuntos internos y su falta de respeto en todas las reuniones a las que vaya en los próximos meses, en Managua, en Quito, en la cumbre de Mercosur, para ponerlo en su lugar”, dijo Chávez durante la presentación de su nuevo gobierno.
El mandatario manifestó que “perdió toda moral para estar al frente de la OEA, a no ser que alguien pretenda convertir la OEA de nuevo en lo que Fidel Castro llamó el ministerio de las colonias”.
“Ojalá me lo consiga en Managua [en la toma de posesión del presidente Daniel Ortega]; se la canto de frente delante de los presidentes y delante del mundo”, advirtió el gobernante.
Chávez siguió vapuleando verbalmente a Insulza, al que calificó de “pendejo”, y se preguntó si será que “quiere ser un virrey del imperio”.
“Al insulso doctor Insulza debería darle vergüenza, debería renunciar a la secretaria de la OEA. Venezuela es libre; Venezuela se liberó para siempre; váyase con su ‘insulsería’ a otro lado”, añadió el presidente.
Para rematar, Chávez dijo que la decisión de no renovar la concesión a RCTV es irreversible: “Juro que nada, ni nadie, impedirá que se cumpla esa decisión de no renovarle la concesión a este canal de televisión”.
También contra la Iglesia. En cuanto a la jerarquía de la Iglesia católica, que también criticó el cierre de la televisora, Chávez dijo que “de nuevo vuelve por sus fueros, diciendo barbaridades”, dijo en alusión al presidente de la Conferencia Episcopal, Ubaldo Santana, y el cardenal Jorge Urosa.
“Creo que están expuestos a que Cristo los condene y, además, están perdiendo buena parte del respeto que los venezolanos les tenemos y sobre todo los católicos, como yo”, planteó el presidente.
Por otra parte, y ante la preocupación expresada por algunos obispos sobre el contenido del “socialismo del siglo XXII”, que será el objetivo de su nuevo mandato, Chávez les remitió a los escritos de Karl Marx y Vladimir Lenin y a la Biblia para que “aprendan lo que significa socialismo”.
“Cristo es uno de los más grandes revolucionarios que haya nacido en la tierra. El verdadero Cristo no es el que algunos sectores de la Iglesia católica manipulan. Cristo era un verdadero revolucionario socialista”, sostuvo Chávez, quien ya lanzado fue a más: “el Cristo verdadero era comunista más que socialista; era un comunista auténtico, un antiimperialista, enemigo de la oligarquía, enemigo de las elites y del poder”.
Mientras tanto, las condenas internacionales por los ataques a la prensa libre en Venezuela no cesan. Desde Viena, el Instituto Internacional de Prensa (IPI) dijo en un comunicado que la “RCTV es agredida por su cobertura crítica de los hechos en Venezuela”.
“Consideramos que la decisión de no renovar la licencia es un intento flagrante de silenciar la voz crítica de la emisora y la violación de los derechos de todos de buscar, recibir y repartir información”, estipulada en el artículo 19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos.
Jura gobierno del “socialismo del siglo XXI”
Hugo Chávez presentó ayer al gabinete que le acompañará en su declarada intención de profundizar el proceso hacia “el socialismo del siglo XXI”.
El nuevo ejecutivo, que incluye 17 cambios y está formado por un vicepresidente y 27 ministros, quedó constituido en un acto celebrado en el Teatro Teresa Carreño de Caracas.
Al estilo Castro, Chávez dio un discurso de dos horas, en las que declaró “una guerra a muerte” contra la corrupción y el “burocratismo”, que calificó de “verdaderas amenazas contra el proceso revolucionario”.
“Hemos cerrado un ciclo, y viene otro, mucho más difícil”, afirmó Chávez en su intervención de hoy, ante la numerosa asistencia al acto en el que se presentó el nuevo gabinete.
A los nuevos ministros, entre los que destaca su hermano Adán, que será el nuevo responsable de Educación, y dos carteras de nueva creación —Telecomunicaciones y de los Pueblos Indígenas— les advirtió que “hemos cerrado un ciclo, y viene otro, mucho más difícil”.
Tuvo palabras emotivas para su antiguo hombre de confianza y ya ex vicepresidente, José Vicente Rangel, a quien le agradeció todos estos años de apoyo.
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