TIKRIT - La hija mayor del ex dictador iraquí Saddam Hussein, ejecutado el pasado sábado, calificó a su padre de “mártir” durante una ceremonia de duelo organizada en Jordania. Dos días después del ahorcamiento de Saddam, Raghad dijo ante unos 1.000 jordanos en Ammán: “Gracias por la solidaridad y apoyo al mártir, el presidente iraquí”. Sus palabras arrancaron frenéticos aplausos y sollozos entre los presentes, aseguraron testigos. En el acto se gritaron eslóganes antiestadounidenses y antiisraelíes y se leyeron poemas redactados por Saddam.
El ministro jordano para Desarrollo Político, Mohammad Oran, considerado de izquierdas y panárabe, tomó también parte en la ceremonia, que fue organizada por la influyente Asociación de Gremios Profesionales con 150.000 miembros y por partidos de oposición.
Fue la primera aparición pública de Raghad Saddam desde que en agosto de 2003, tras la caída de su padre, buscara refugio en Jordania junto a su hermana menor Rana y sus nueve hijos.
Mientras tanto, decenas de seguidores del ex dictador protestaron hoy por su ahorcamiento en Duluaiya, a unos cien kilómetros al norte de Bagdad, según testigos en la zona. Sin embargo, la situación permanece tranquila a unos 70 kilómetros más al norte, en la capital provincial de Tikrit, donde sigue vigente el toque de queda que se impuso tras la ejecución el sábado en Bagdad.
El domingo varios cientos de personas se manifestaron en la provincia natal de Saddam, de acuerdo con informaciones de varias televisiones árabes. La multitud fue dispersada por disparos al aire de las fuerzas de seguridad poco después.
Testigos en la zona señalan hoy que los seguidores de Saddam intentaron llegar desde Tikrit hasta la tumba de Saddam, en su localidad natal Awja, a cinco kilómetros de distancia. La policía les impidió avanzar y siguieron a pie.
Desde varias localidades de la provincia, miembros del clan de Saddam se reunieron para analizar la situación. Algunos oradores sostuvieron que la ejecución de Saddam es un acto del gobierno, dominado por chiitas, contra los sunitas, favorecidos durante el régimen de Saddam.
Entre tanto, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba calificó de “disparate político” y “acto ilegal” la ejecución del ex presidente de Irak, Saddam Hussein, informó hoy el diario oficial “Granma”.
“Es un disparate político, un acto ilegal, en un país que ha sido conducido a un conflicto interno en el que millones de ciudadanos se han exiliado o han perdido la vida”, dice una declaración de la cancillería de la mayor de Las Antillas.
Mientras, seis iraquíes, entre ellos dos niños y una mujer, murieron hoy como consecuencia de un ataque aéreo estadounidense sobre la sede del Frente Nacional de Diálogo, al sur de Bagdad, aseguró la televisión estatal Al Irakiya.
La organización, una coalición secular que tiene 11 asientos en el Parlamento iraquí, está encabezada por Saleh al Mutlak. Al mismo tiempo, las fuerzas de la coalición liderada por Estados Unidos asaltaron numerosos edificios en la capital iraquí, matando a seis supuestos terroristas, comunicó el mando militar norteamericano.
La casa en la que se encontraban era probablemente un lugar seguro para la red terrorista Al Qaida, agregó el comunicado del Ejército estadounidense. El domingo, el Pentágono confirmó la muerte de un texano de 22 años en atentado con bomba cerca de Bagdad.
Los medios estadounidenses señalaron que en total la cifra de soldados norteamericanos muertos en Irak asciende ya a 3.000. También una organización independiente que elabora estadísticas sobre los decesos en la guerra de Irak afirma en su página web icasualties.org que el joven soldado es la víctima mortal número 3.000 de las Fuerzas Armadas estadounidenses.
En diciembre murieron en total 111 soldados en Irak, la mayor cantidad de fallecimientos que se registra en un mes desde hace más de dos años.
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