domingo, febrero 04, 2007

Senado abre debate sobre envío de tropas a misiones de ONU

-De La Crónica de hoy. Mx.-
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El primer canciller de Vicente Fox, Jorge Castañeda, argumentaba que los principios de política exterior estaban rebasados y tomó decisiones que en su momento fueron cuestionadas como el ingreso de México al Consejo de Seguridad de la ONU y otras.

¿Qué opina acerca de esto?

——Hay que puntualizar que el derecho internacional ha venido evolucionando en el área de los derechos humanos y los principios constitucionales, que son inmutables e invariables, tienen hoy necesariamente una nueva expresión a partir de la evolución del derecho internacional.

—¿Qué pasa entonces con los principios de la política exterior mexicana, como el de no intervención?

—Los derechos humanos son un motivo de preocupación y vigilancia supranacional. Se han creado mecanismos y organismos como la Corte Internacional de Justicia de La Haya, la cual emite fallos que están por encima de las jurisdicciones de los estados nacionales.Eso implica que México debe responder a otros principios, en la conducción de la política exterior. Hay que ir armonizando los principios rectores de política exterior con los nuevos elementos del concierto internacional.

—¿En el marco de esta apertura, usted vería bien que México participara en fuerzas multinacionales de paz de la ONU? Porque parece que es un tema tabú.

—En primer lugar no me gustaría que en mi país existieran temas tabúes. Lo podemos discutir. Lo que yo diría es que la responsabilidad no necesariamente implica el tener una participación con efectivos en fuerzas de paz. Hay muchas formas de colaborar. Nuestro país ha enviado fuerzas sin armas, atendiendo principios de derecho internacional.

Las fuerzas de paz son ejércitos para imponer por la fuerza resoluciones de la ONU. En ese sentido, México tiene una tradición y una disposición constitucional que se puede revisar.A veces no puede ser superior la aportación que se pueda hacer con una colaboración sin armas, pero el integrarnos a un mecanismo de seguridad de la ONU es algo que podríamos discutir.

—¿En todo caso el tema concreto del envío de tropas seguirá siendo tabú si no se discute, no?

——Si no se discute sigue siendo tabú y si se discute, que sea en el marco de la nueva estructura y de un nuevo acuerdo en el seno de la ONU. Sería precipitado discutirlo ahora, porque apenas estamos viendo cómo viene la reestructuración, el reforzamiento del máximo órgano internacional, y la participación de los órganos internacionales.

—¿Con un nuevo gobierno y un nuevo Congreso, cuál debe ser la actitud del Estado mexicano hacia Estados Unidos?

—No podemos establecer que la política exterior tiene principios distintos a los del resto del mundo en sus relaciones con Estados Unidos y especialmente con América del Norte.En todos los casos y también en el de Estados Unidos, la primacía la tiene el interés nacional. Los intereses de México son el elemento mediante el cual se despliega la diplomacia y las relaciones con otros países en el ámbito multilateral o bilateral.

FALSAS EXPECTATIVAS.

—El gobierno de Fox se inclinó hacia los intereses de Estados Unidos y de Bush, porque a cambio le prometieron una enchilada completa, que terminó en un taquito dorado mal envuelto.

¿Cómo evitar que esto se repita?

—Yo me deslindo de los calificativos para decir que estamos en presencia de un problema común y complejo, que es la migración, que tiene aristas tan delicadas como la defensa de los derechos humanos de nuestros compatriotas que emigran.

Aquí lo que falló es que no se entendió en su momento que México no puede asumir ni sustituir funciones y facultades que corresponden a órganos de Estados Unidos.

—Pero eso fue lo que se nos prometió.

—Pretender que los congresistas norteamericanos hagan la ley que nosotros queremos es un punto de partida falso. Lo que tenemos que hacer es activar los mecanismos que posibiliten sensibilizar a ambas partes de un problema común, de una circunstancia común, de la cual ellos se benefician de alguna forma.

No se puede pretender llevar una expectativa al punto de decir que el gobierno mexicano va a resolver este problema, porque no le corresponde resolverlo al gobierno mexicano.

—Es algo que nos lo hicieron creer, en todo caso, ¿no?
—Es lo que estoy tratando de decir.
—Es que nos generaron esa expectativa.
—El problema es generar expectativas sustentadas en que un presidente mexicano va a lograr que hagan los norteamericanos lo que el presidente mexicano quiere. Es un planteamiento que tampoco es admisible de regreso.No hay que generar esas falsas expectativas.
—¿Entonces qué es lo que debe hacerse, continuar con el diálogo y el cabildeo para lograr esta reforma migratoria?
—Insistir en todos los mecanismos de sensibilización y comunicación para establecer mejores condiciones de comprensión de los problemas comunes. La unilateralidad en el análisis y en las decisiones riñen con la lógica de atender un problema común. Este es un trabajo político, un trabajo diplomático, un trabajo de sensibilidad. El Congreso mexicano debería reorientar su relación con sus contrapartes en Estados Unidos y Canadá para generar a partir de una nueva realidad, mejores condiciones de comprensión, conocimiento, análisis común y decisiones conjuntas.

Hay disposición para debatir El presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores para América del Norte del Senado, Ricardo García Cervantes, dijo a Crónica que hay disposición para que ese órgano legislativo se discuta la posibilidad de que México participe con tropas en las fuerzas multinacionales de paz —conocidas como “Cascos Azules”— siempre y cuando se dé en el marco de una nueva estructura de la ONU.

En 2005 mexicanos fueron entrenados para ser “Cascos Azules” Durante el sexenio de Vicente Fox hubo peticiones expresas de parte del gobierno de Estados Unidos para que México formara parte de los “Cascos Azules”. El 27 de septiembre del 2005, el entonces secretario de la Defensa, Clemente Vega García, reconoció ante senadores que efectivos del Ejército Mexicano fueron enviados a Canadá, Inglaterra, Estados Unidos y Argentina para recibir cursos de capacitación sobre la actividad de los “Cascos Azules”.


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