La supremacía pertenece al Cibao

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Los jugadores de las Águilas Cibaeñas se lanzan a celebrar en el terreno de juego tras derrotar a los Tigres del Licey 2-1 ayer en el estadio Cibao para ganar el título de campeones por vez número 20.

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El sabor de la victoria volvió a llegar para las Águilas Cibaeñas. Vencieron anoche 2-1 a losTigrdel Licey y capturaron su campeonato número 20 para ejercer la monarquía absoluta por primera vez en la historia de la pelota local.

La serie culminó 5-3 y junto a ella llegó el quinto título como dirigente para Félix Fermín, quien sobrepasa a Felipe Rojas Alou como el más ganador en este tipo de escenario. Los amarillos obtuvieron su segunda corona seguida ante los Tigres y ahora los enfrentamientos entre ellos en series finales están 10-9, todavía a favor de los añiles.

Nuevamente ambos disputaron un partido de grandes emociones, sacando las Águilas la mejor parte de forma electrizante.

Con el partido 1-0 favoreciendo al Licey en la parte baja de la séptima entrada, Mendy López atrapó una recta de Guillermo Mota y la depositó sobre la verja del bosque central para empatar la pizarra.

En el octavo, el zurdo Dámaso Marte, quien había realizado un relevo de película en el episodio anterior, retiró fácil a Chris Roberson con rodado a la inicial, pero se equivocó tras ponerle una recta a Rafael Furcal, quien la conectó con mucha contundencia de cuadrangular entre el jardín central e izquierdo para poner a las Águilas en lo que fue su ventaja final.

Las cosas intentaron ponerse agrias en el noveno, pero tres relevistas cibaeños frenaron la amenaza azul. Randy Choate entró a lanzar y tras ponchar a José Bautista permitió dos sencillos consecutivos. Fue sustituido por Franquelis Ozoria, derecho que dominó a Ronnie Belliard con elevado.

Ozoria salió de juego por el zurdo Arnaldo Muñoz y el dirigente Héctor de la Cruz respondió con D’Angelo Jiménez, pero no logró lo que deseaba. El emergente liceísta dio con un machucón por tercera que atacó Edwin Encarnación, quien tiró a la inicial para ponerlo fuera y así iniciar la estruendosa celebración cibaeña.

El ganador fue Nelson Figueroa, importado que una vez más dio muestra de gallardía con una gran consistencia desde la lomita. El derecho inició el partido llevándose a los primeros cuatro por la vía del ponche y en su actuación de ocho entradas finalizó con nueve. Apelando mayormente a la curva logró su segundo triunfo de la serie.

Los Tigres, equipo que se mantiene con 19 cetros, desperdició la gran labor de Ramón Ortiz. El nativo de Cotuí tiró seis entradas en blanco. La única carrera del Licey se produjo en el tercer acto cuando Emilio Bonifacio la remolcó con jugada de selección.

A partir de allí fueron totalmente silenciados y los fallos en momentos oportunos fueron los que sentenciaron las aspiraciones de los Tigres a manos de sus verdugos, los cibaeños.

Opinión del experto

Gran labor de Figueroa

Fue un trabajo formidable de Nelson Figueroa, quien le dio en total cuatro salidas de calidad a las Águilas al ganarlas todas, llegando en cada una de sus salidas a ocho o más entradas. Félix Fermín movió de forma magistral su bullpen.

Las Águilas tuvieron su temporada más difícil de los últimos años, clasificando de forma precaria en la serie regular y luego discutiendo hasta el penúltimo día del Round Robin para lograr su pase a la serie final. Se deben resaltar las contrataciones que hizo la gerencia. Por primera vez están encima del Licey en coronas ganadas, siendo esta la primera vez que ocurre en años seguidos. Félix Fermín se convierte en el mánager con más títulos (5) de la historia.

Los héroes

Arnaldo Muñoz
“Gracias a Dios, todo se nos dio”

Esto es algo increíble. Gracias a Dios que todo se nos dio bien. Me siento demasiado feliz porque pude ayudar al equipo a ganar. Ahora tenemos la ventaja en los campeonatos contra el Licey y dedico este momento a mis padres, esposa e hijo.

Tony Peña Jr.
“Nunca olvidaré este momento”

Ahora estamos arriba en la tabla de campeones. Es un orgullo para mi pertenecer a un equipo como este. Desde pequeño siempre quise ser parte de las Águilas y soñé con pasarle al Licey alguna vez. Nunca olvidaré este gran momento.