Del Granma, Cuba/Servicios Google
El creador del régimen cubano reconoció en el Granma que su estado de salud es "crítico" y anunció que "no aspirará ni aceptará el cargo de Presidente del Consejo de Estado y Comandante en Jefe"
Después de casi 50 años en el poder, el dictador cubano dijo adiós en una columna publicada en el periódico oficial, donde afirmó que debido a su "crítico" estado de salud "no aspiraré ni aceptaré -repito- no aspiraré ni aceptaré, el cargo de Presidente del Consejo de Estado y Comandante en Jefe".
"Traicionaría por tanto mi conciencia ocupar una responsabilidad que requiere movilidad y entrega total que no estoy en condiciones físicas de ofrecer. Lo explico sin dramatismo", aseguró el líder cubano.
El gobernante, de 81 años de edad, estaba convaleciente desde hace un año y medio y el titular interino era su hermano, Raúl Castro.
La Asamblea del Poder Popular (el parlamento) tiene previsto reunirse el 24 de febrero y uno de sus temas del día sería la renovación del Consejo de Estado, encabezado por Castro, cuyas fuerzas guerrilleras tomaron el poder en 1959.
Castro advirtió: "No me despido de ustedes. Deseo sólo combatir como un soldado de las ideas. Seguiré escribiendo bajo el título 'Reflexiones del compañero Fidel'. Será un arma más del arsenal con la cual se podrá contar. Tal vez mi voz se escuche. Seré cuidadoso"
Además, el caudillo insular considera que su "deber elemental no es aferrarse a cargos, ni mucho menos obstruir el paso a personas más jóvenes, sino aportar experiencias e ideas, cuyo modesto valor proviene de la época excepcional que me tocó vivir".
El ex presidente cubano reconoció que "el camino siempre será difícil y requerirá el esfuerzo inteligente de todos. Desconfío de las sendas aparentemente fáciles de la apologética, o la autoflagelación como antítesis. Prepararse siempre para la peor de las variantes. Ser tan prudentes en el éxito como firmes en la adversidad es un principio que no puede olvidarse".
Castro lideró la Revolución Cubana el 1 de enero de 1959, la cual derrocó al gobierno de Fulgencio Batista. Allí fue nombrado Primer Ministro por el Presidente Urrutia.
En 1961 encabezó la adopción del marxismo por el gobierno revolucionario, estableciendo el primer régimen socialista de toda América.
Tras las reformas de 1976, fue designado presidente del Consejo de Estado y del Consejo de Ministros. Desde la fundación del Partido Comunista de Cuba en 1965, desempeñó el primer secretariado del mismo, hasta que en julio de 2006 se agravó su estado de salud y debió ceder el poder a su hermano Raúl.
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