El presidente de Brasil reiteró su propuesta de realizar una cumbre de jefes de Gobierno de los principales países involucrados destinada a alcanzar un acuerdo que permita destrabar las negociaciones, suspendidas desde julio de 2006.
Sao Paulo.- Los presidentes de Estados Unidos, George W. Bush, y de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, prometieron hoy unir fuerzas para lograr un acuerdo en las negociaciones de liberalización comercial de la Ronda Doha, que ambos coincidieron en apuntar como un instrumento para erradicar la pobreza en el mundo.
“El éxito de la Ronda Doha es importante por una serie de razones, y especiamente porque el comercio es uno de los más importantes programas de la lucha contra la pobreza”, afirmó Bush, en una rueda de prensa concedida después de su reunión de trabajo con Lula, en Sao Paulo.
Según Bush, los dos presidentes ordenarán a sus respectivos negociadores en la Organización Mundial de Comercio (OMC) que hagan un esfuerzo por superar los problemas pendientes y creen condiciones “para que la Ronda (Doha) no fracase”.
El mandatario estadounidense dijo que acordó con Lula en que los dos presidentes ordenarán a sus ministros negociadores “hacer avanzar esas conversaciones”.
“Si Estados Unidos y Brasil se ponen de acuerdo, eso no debe impedir que otros países hagan las concesiones necesarias para que todos salgan ganando”, agregó Bush, en una aparente alusión a la resistencia de la Unión Europea (UE) en eliminar sus trabas proteccionistas en agricultura.
Bush admitió que la búsqueda de un acuerdo en la Ronda Doha es una tarea difícil, pero afirmó que el éxito de la negociación “requerirá del liderazgo de Brasil y de Estados Unidos”.
A su vez, Lula da Silva reiteró hoy su propuesta de realizar una cumbre entre los jefes de Gobierno de los principales países involucrados en la Ronda Doha destinada a alcanzar un acuerdo político que permita destrabar las negociaciones, suspendidas desde julio del año pasado.
“Le dije a Bush que, si Brasil y Estados Unidos encuentran entre ellos un punto de equilibrio para alcanzar un acuerdo, los demás países nos seguirán”, afirmó el mandatario brasileño, quien advirtió que, ahora, el éxito de las negociaciones es un tema “principalmente político”.
“Se trata de saber si, como líderes mundiales, tendremos la capacidad de decidir, hacia lo mejor o hacia lo peor, el futuro de los seres humanos. Estoy convencido de que vamos a ganar. Estoy convencido de que podremos alcanzar un acuerdo para seguir dándole un aliento al mundo, y sobre todo a los más pobres, para que tengan en el siglo XXI la oportunidad que no tuvieron en el siglo XX”, dijo.
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