De El Nacional, Vespertino Dominicano
Sabana Perdida, Villa Media.-Un estudiante evangélico, hijo único, fue asesinado esta mañana de un balazo en el lado izquierdo de la espalda, en Sabana Perdida, por desconocidos que intentaron despojarlo de un teléfono celular, un reloj y cien pesos.
José Miguel Brazobán Guerrero, de 21 años, fue baleado a las 6:25 de la mañana cuando salía de su vivienda hacía su lugar de trabajo, desde donde posteriormente iría a la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) a recibir docencia.
Hace seis semanas que Brazobán Guerrero había sido secuestrado por varios jóvenes que lo llevaron hasta un cajero automático desde donde lo hicieron retirar sus ahorros.
Era hijo único de la señora Niza Guerrero Belén, quien entre sollozos lamentaba que la acción de la Policía en los barrios pobres no alcance a los delincuentes.
"Los policías de servicios conocen aquí a todos los atracadores, a los vendedores de drogas, pero nadie actúa contra ellos", dijo la señora Guerrero Belén mientras lamentaba que la delincuencia se había llevado a su único hijo.
Brazobán Guerrero, quien profesaba la religión evangélica, salió a las 6:15 de la mañana de su vivienda en la calle Donastor No.5, en Villa Pompa, y cuando había caminado unos 20 metros fue interceptado por los asaltantes.
Vecinos del estudiante dijeron que alrededor de las 6:25 de la mañana escucharon a personas correr y luego se produjo un disparo seguido de un "corre corre".
Brazobán logró correr herido, cerca de 100 metros, procurando ayuda cayendo en la carretera que une a Sabana Perdida con La Victoria.
Su padrastro, Román Morla, dijo que Brazobán trabajaba en la empresa "Cartero Express" donde tenía a cargo el Departamento de Control y asistía con regularidad a una de las iglesias evangélicas del sector.
Los lamentos de la madre del joven asesinado afectaron a muchos vecinos que reclamaban con lagrimas en los ojos una acción rápida de la Policía y pedían mayor seguridad para los habitantes de Sabana Perdida.
"Esto está como en Irak, aquí nadie está seguro, los atracadores y vendedores de drogas son los dueños de las calles, mientras los policías se la pasan haciendo operativos en las avenidas para "picar" a los conductores", dijo en tono airado un hombre que se identificó como ingeniero que trabaja en el Aeropuerto Internacional de Las Américas.
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