viernes, septiembre 28, 2007

Como en México en Dominicana, homicidios raros generan inquietud

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Experto ve que se apartan de delincuencia común, señala que hasta el 23 de septiembre Patología Forense recibió 63 casos de muertes violentas del Distrito y la provincia Santo Domingo.
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Santo Domingo.-Gran parte de las muertes violentas ocurridas en las últimas semanas corresponden a personas halladas quemadas, estranguladas y con múltiples heridas de bala, sin que las autoridades pudieran determinar que fueran objeto de robo, secuestro o cualquier otro crimen.

“Llama la atención la forma como se produce la muerte en algunos casos, que las víctimas primero son abandonadas en zonas apartadas de la ciudad y, segundo, no las despojan de sus pertenencias”, reflexiona el director de Patología Forense, Santos Jiménez Páez.

Su observación se basa en los casos en que él mismo ha tenido que examinar cadáveres que se corresponden con las descripciones señaladas y que se apartan de los homicidios propios de la delincuencia común. Jiménez Páez señala que hasta el 23 de septiembre Patología Forense recibió 63 casos de muertes violentas del Distrito y la provincia Santo Domingo, entre las que se destacan estrangulaciones, golpes contusos y disparos a corta distancia o a “quemarropa”.

“Son muertes que apuntan a que hay la intención evidente de asegurarse de que la víctima no quede viva para que no pueda hablar y que, probablemente, el victimario era conocido por la víctima”, sostiene.

En agosto pasado los homicidios ocurridos en la jurisdicción de Patología Forense ascendieron a 65, muchos de los cuales fueron personas halladas en condiciones putrefactas en montes o zonas boscosas.

La tesis de Jiménez Páez se puede comprobar recordando algunos casos no necesariamente ocurridos en sectores del Distrito o Santo Domingo.

Una de estas muertes en que las autoridades no han podido comprobar si se trató de un hecho delictivo común o fue el resultado de una cuenta pendiente se refiere a la del primer teniente de la Policía Manuel Antonio Encarnación Menéndez.

A este oficial lo hallaron muerto la mañana del pasado día siete, con múltiples impactos de bala y tirado en las proximidades del ayuntamiento Santo Domingo Oeste. Por su muerte fueron apresadas varias personas, pero no se ha ofrecido un informe detallado acerca de las razones que la motivaron.
Otras muertes igualmente misteriosas y que ahora están en manos de la Justicia fueron las de cuatro hombres, señalados como delincuentes, por seis policías que lo acribillaron en una estación de gasolina, situada en la avenida Hermanas Mirabal casi esquina Charles de Gaulle, en Villa Mella.
Los hombres vinculados al crimen fueron identificados como Víctor Manuel Peña, Ramón Vargas, Richard Espinosa Mateo y Aridio Estiven Félix. Cayeron abatidos en supuesto fuego cruzado con una patrulla integrada por el capitán Matías Severino Abad, los sargentos Francisco Pascual Moreno, Ricardo Berigüete García y los rasos Marcos Féliz Diere, José Ramón Martínez y Alfry Ramírez.

Sin relación con robo
A María Martínez Núñez, residente en Villa Mella, le quemaron los genitales, le cortaron un brazo, la asesinaron y luego incineraron su cuerpo.

Misterio sobre algunas muertes

En Santiago, el pasado día tres, desconocidos que viajaban en una yipeta mataron a balazos a Franklin Alberto Bisonó, a quien después le descubrieron dos fichas por drogas.

Los matadores huyeron y la Policía aún los sigue buscando. Un día después de esta muerte, René Díaz, un dominicano residente en Nueva York, fue acribillado por tres personas en el municipio de Villa Vásquez, en Montecristi. Las autoridades suponen que fue un ajuste de cuenta.
El seis de septiembre, dos hombres montados en una motocicleta mataron de diez balazos a Elvin Alberto Luna Bichara, también residente en Estados Unidos. Su muerte tuvo testigos, pero todavía no ha sido esclarecida.

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