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SANTIAGO DE CHILE (AP) _ Los presidentes y representantes de 22 países libraron el viernes un intenso debate mientras lograban converger en una declaración final de la XVII Cumbre Iberoamericana que los convocó.
El secretario del encuentro, Enrique Iglesias, expresó a periodistas que se dio un diálogo "activo, rico, pero de total convivencia", pese a las imágenes mostradas del recinto de debates en las que se vio intercambios y participaciones que parecían acalorados entre algunos presidentes.
Las deliberaciones se prolongaron por cuatro horas y media e Iglesias manifestó que no existieron diferencias respecto a lo que será el contenido de la resolución final que se entregará el sábado, una vez concluido el encuentro.
De momento, destaca una oferta española de crear un fondo de 1.500 millones de dólares para sanear y entregar agua potable a millones de latinoamericanos.
Al abrir la conferencia, la presidenta chilena Michelle Bachelet planteó la necesidad de alcanzar una mayor cohesión social por cuanto, sostuvo, "nuestra región ha sido marcada por la construcción de sociedades que a lo largo de la historia han reproducido patrones de inequidad y exclusión y nos ha convertido en la región más desigual del planeta".
Destacó que pese al crecimiento y a los avances no ha habido respuestas efectivas a la nueva demanda social.
Demandó respuestas de la cumbre a los problemas. Reiterando una cita del Premio Nobel colombiano Gabriel García Márquez, la mandataria chilena señaló que "no basta para esto con la solidaridad con nuestros sueños".
"Tenemos el desafío adicional de ser capaces de traducir estos acuerdos generales y buenas intenciones en resultados tangibles", aseveró Bachelet.
La presidenta informó la creación de un fondo para el desarrollo de la infancia, donde se inician las desigualdades, según sostuvo. Y abogó por políticas de género en todos los proyectos sociales.
Destacó en ese sentido la propuesta para que la cumbre apruebe un acuerdo de seguridad social.
El presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero recogió el desafío y anunció la creación de un fondo para proporcionar agua potable a los 58 millones de latinoamericanos que carecen del vital elemento y sanear el agua para otros 138 millones.
Rodríguez Zapatero reiteró su anuncio de la víspera respecto a aumentar en los próximos años la ayuda española al desarrollo de los pueblos subdesarrollados para alcanzar al 0,7% de su Producto Interno Bruto. Dichos aportes el año entrante alcanzarán a 5.000 millones de euros.
Señaló que España tiene el imperativo ético de colaborar con el desarrollo de la región.
El vicepresidente cubano Carlos Lage, quien asiste en representación del convaleciente mandatario Fidel Castro, señaló que para una efectiva cohesión social se requiere la transformación social.
La controversia tampoco faltó en esta reunión cuando el mandatario uruguayo Tabaré Vázquez aludió al conflicto con Argentina por la construcción de una papelera en el río de La Plata, que contaminaría las agua, según los argentinos.
Precisamente el viernes, el gobierno uruguayo anunció en Montevideo la autorización para que la empresa finlandesa Botnia active su planta de celulosa. Vásquez señaló que continuarán el espinudo litigio por la vía del diálogo con sus vecinos.
El presidente argentino Néstor Kirchner pidió disculpas al rey Juan Carlos de España, facilitador de las conversaciones entre ambos países.
"Creí que esto no iba a ser tema de la cumbre... donde usted (el rey) está haciendo un esfuerzo tremendo, pero lamentablemente, la incomprensión de algunos....yo no quería traer el problema de la República hermana del Uruguay a esta cumbre", dijo Kirchner.
El presidente venezolano Hugo Chávez, reiteró su cuestionamiento al tema de la cohesión social. En un discurso que se sobrepasó en 20 minutos a los cinco que cada jefe de estado disponía, Chávez concluyó que antes de la cohesión debe haber transformación.
"Cohesionémonos, transformémonos para lograr la cohesión y se abran las anchas alamedas", aludiendo así palabras del derrocado presidente chileno Salvador Allende, a quien calificó de mártir.
Se preguntó qué hubiera sido si a Chile se hubiera permitido a Allende llevar adelante su proyecto socialista o si también lo hubiera podido hacer el dominicano Juan Bosch.
Chávez, quien a su llegada hizo notorias muestras de cariño hacia la presidenta Bachelet, a la que tomó reiteradamente la mano, fustigó también a Estados Unidos y a los medios de comunicación de ese país.
El extenso debate obligó a suspender algunas reuniones bilaterales entre varios gobernantes
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