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-DE EL UNIVERSAL, CARACAS-
El Presidente ha evitado tomar riesgos que pongan en peligro su reelección "La promesa de antes fue reivindicar los derechos, la de ahora es más vaga y es continuar la revolución" "El Chávez candidato ha operado desde el Chávez presidente y lo que ha hecho es inaugurar ferrocarriles, módulos o graduar muchachos, es un candidato pasivo"
El Chávez candidato de 2006 no se parece al aspirante de hace ocho años. Ahora no se observa aquella irreverencia y el desparpajo que llevaron a la clase gobernante de entonces a tomar medidas desesperadas que terminaron por sellar una derrota de la que todavía no se ha recuperado. Esta vez el candidato-presidente prefiere irse por un camino menos intrincado: contados mítines de calle, pocos recorridos, ninguna caminata.
El giro en el comportamiento y la "inmovilidad" del aspirante, opina el profesor de Ciencias Sociales de la UCAB y sociólogo, Ignacio Suárez, obedece a que se siente ganador y como tal no necesita arriesgar una victoria que considera segura: "Chávez está economizando esfuerzos y está jugando conservadoramente. Se comporta como un candidato conservador. Chávez cuenta con que tiene mayoría y evita tomar riesgos que hagan peligrar su reelección".
Uno de esos riesgos sería la sobreexposición de Chávez como candidato en esta coyuntura electoral (aunque sí como Presidente con toda la parafernalia y la propaganda que eso implica). En la opinión de Suárez un revés, como la posibilidad de que convoque marchas nada multitudinarias, puede destruir imaginarios ya construidos "como el del líder invencible, entre otros, y por eso se mantiene más pasivo".
Sin embargo, Suárez está seguro de que el candidato oficialista hubiese querido ser aun más conservador y por eso hubiese preferido mantener la estrategia del amor. Esta campaña, dice, quedó pulverizada con la vuelta reciente al discurso de la polarización que desató el alcalde Barreto, con las amenazas de expropiación, y luego el ministro de Energía , Rafael Ramírez, con el tema de la necesidad de una Pdvsa "roja, rojita".
A juicio del especialista, con estas declaraciones Chávez se vio obligado a retornar a su estrategia combativa, que a la larga implicaba un menor costo político: "No se podía dar el lujo de provocar un conflicto en víspera de las elecciones censurando a Barreto y a Ramírez".
Si la promesa de antes era reivindicar los derechos de los venezolanos a través de una reforma Constitucional, la promesa de ahora es más vaga y se concentra en continuar la revolución. "Aquí nadie había votado por una revolución, sino por un cambio de Constitución y una orientación más social del Gobierno. Todo lo que tiene que ver con socialismo y la revolución, Chávez lo vendió después. Ahora sí se estaría votando por el socialismo del siglo XXI", explica Suárez, quien recuerda que en 1998 y en 2000, Chávez utilizó sus fortalezas como candidato siendo gobernante, pero ahora hace lo contrario, porque deja colar su gestión como gobernante, y no hace nada como candidato.
"El Chávez candidato ha operado desde el Chávez presidente y lo que ha hecho es inaugurar ferrocarriles, módulos o graduar muchachos de la Unefa".
La consigna "vacía" de la oposición durante el paro de Chávez se va "sin nada de fondo", ahora, señala Suárez, se la apropió el Gobierno que dice: Chávez no se va "también sin fondo".
"La oferta electoral constituye sobre todo un reto: Me quedo hasta 2021 y necesito más tiempo para consolidar el proceso".
mailto: miturbides@yahoo.com
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