El sargento Eduardo Marcial Muñoz estaba de servicio la noche que se incendió hasta convertirse en ceniza su humilde vivienda en Nigua, San Cristóbal.
Esa noche, la del 29 de diciembre, dormían en un pequeño cuarto su mujer y sus tres hijos, quienes salvaron la vida pero no pudieron salvar ni uno solo de los ajuares del rancho.
Ayer la Secretaría de las Fuerzas Armadas, con el apoyo de la Lotería Nacional, devolvió la esperanza de tener techo propio al iniciarle la construcción de una nueva vivienda a este militar y a su familia.
Para completar y en tanto se construye la vivienda, las Fuerzas Armadas le regalaron todo el mobiliario que perdió durante el incendio, y algo más: cama, juegos de sala y comedor, nevera, estufa, televisión y tostadora.
El sargento Muñoz fue de los militares meritorios reconocidos ayer por el secretario de las Fuerzas Armadas, teniente general Ramón Antonio Aquino García, en el marco del programa Patria Segura, durante una ceremonia efectuada en el restaurant La Trinchera.
El militar no pudo contener las lágrimas ante sus superiores cuando se anunció el apoyo que le darán las Fuerzas Armadas y se mencionaron sus méritos de soldado.
"Yo no sé, señor, cómo estoy de pie, porque nunca pensé que tendría una nueva vivienda", dijo el sargento Muñoz al vicealmirante Francisco Frías Olivencia, quien representó al secretario Aquino García en la ceremonia, en medio del sonar de los redoblantes y una marcha militar.
El sargento pasará hoy con un camión por la Secretaría de las Fuerzas Armadas y por la Lotería Nacional para montar sus nuevos muebles.
Los méritos se acumulan por desempeño en sus funciones, actitud militar, concepto del deber, vocación de servicio, buena conducta, uso correcto del uniforme y ejemplo de higiene, entre otros.
Con él se reonocieron a otros ocho militares: un oficial superior, el mayor Ulises Guzmán Reyes, un oficial subalterno, el segundo teniente Hipólito Recio y seis alistados: sargentos Henry del Carmen Valdez, José Montero y Montero, marinero Emiliano Cabrera, cabos Teófilo Encarnación Bonilla y Eladio Henríquez Batista, rasos Modesto Reyes Beltré y marinero Emiliano Cabrera.
Primero recibieron un pergamino de reconocimiento en un acto en que el padre Luis Obispo Díaz hizo la invocación religiosa, y después los ajuares de la casa.
Al acto, en el que el coro de las Fuerzas Armadas interpretó el Himno Nacional, asistieron los generales Rafael Antonio Alegría, Ulises Cedano Santana, contraalmirante Héctor Antonio Lizardo Jorge y Pedro A. Frías y el coronel Noboa.
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