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POR SHIRA ABREU
Los 62 mil habitantes de la provincia San José de Ocoa continúan hoy incomunicados. Las lluvias de la tormenta Noel, que los tomó por sorpresa, causaron daños en puentes y carreteras, y desde el lunes sólo es posible llegar allí en helicóptero.
Hasta ahora Noel ha causado la muerte de seis personas, todos en el municipio cabecera. Una de ellas murió ahogada y las cinco restantes cuando se derribó la casa que habitaban. Dos personas continúan desaparecidas, según datos del gobernador provincial, ingeniero Roberto Mejía.
Aunque no llovía hoy a las 8:00 de la mañana, el gris cielo, que no dejaba pasar los rayos de sol, prometía más lluvias. Los daños materiales no se han contabilizado.
Ayer empezó a llegar ayuda del Gobierno en helicópteros, mientras que los ocoeños se empeñan en salir de la desgracia que destruyó más de 60 viviendas y mantiene 826 personas en 11 refugios. Otros se guarecieron en casas de amigos y familiares.
La comunicación telefónica alámbrica fue nula durante dos días. Ayer la empresa Claro Codetel volvió a dar servicios, mientras que Orange no sufrió daños y pudo mantener comunicados telefónicamente a los munícipes.
Aunque los medicamentos y comida los provee la Gobernación a través de los comedores económicos y algunos colmados, la gente que perdió todo con las inundaciones requiere ropas, colchones y sábanas.
La provincia San José de Ocoa, con una superficie de 855.40 kilómetros cuadrados, en el Sur, está compuesta por su municipio cabecera, San José de Ocoa, y Rancho Arriba y Sabana Larga, los tres están aún incomunicados entre sí por daños en carreteras, puentes y badenes.
El relieve de Ocoa es mayormente montañoso, con pendientes muy pronunciadas que se elevan hasta los dos mil metros, y valles internos. Su clima es templado, con temperaturas promedio de 21 grados Celsius.
Aunque las muertes ocurrieron en el municipio San José de Ocoa, el río Ocoa no se desbordó, sino el Nizao, causando daños que, según la apreciación del gobernador Mejía, triplican los dejados por el huracán Georges y la tormenta Federico.
Un resumen de los daños en la estructura vial en la provincia serían: la carretera Padre Billini, en estado deplorable; la carretera que une a Ocoa con Sabana Larga, semi destruida, por igual la que comunica Rancho Arriba con Sabana Larga; daños en alcantarillas y puentes en los tres municipios y destrucción de la carretera que los une a la autopista Sánchez.
Ocoa posee las presas de Jigüey y Aguacate, que no presentaron peligro de desborde como las de Valdesia, Tavera y Hatillo. Estas últimas están volviendo a su normalidad por la disminución de las lluvias ayer, dijo el director del Instituto Dominicano de Recursos Hidráulicos, ingeniero Héctor Rodríguez Pimentel.
Como la principal actividad productiva de Ocoa es la agricultura es indudable que los daños económicos ascienden a varios millones de pesos. Allí se cultiva café, papa, habichuelas, y frutas tropicales, que sufren serios daños por lluvias constantes.
Los ocoeños esperan la rápida intervención de las autoridades para recuperar su comunicación con el resto del país.
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