Un total de unos 10.000 millones de dólares (7.614 millones de euros) procedentes de las arcas gubernamentales de Estados Unidos y destinadas a la reconstrucción de Irak se han perdido en recargos y gastos no justificados llevados a cabo por las distintas empresas contratistas, según revelan los datos presentados por una auditoría.
La responsabilidad de esta mala gestión del dinero público norteamericano recaería, según los responsables de la Oficina de Control del Gobierno, del Pentágono y del Departamento de Estado que de manera reiterada permitieron retrasos en los trabajos emprendidos, incremento de los precios presupuestados y en algunos casos el pago de obras no ejecutadas.
El Comité de la Cámara de Representantes para el Control y Reforma del Gobierno recibió el informe de los investigadores que revisaron el empleo dado a los 57.000 millones de dólares (43.399 millones de euros) destinados a reconstrucción. De ser exactas las cifras de la Oficina de Control uno de cada seis dólares empleados fue empleado de forma fraudulenta.
Los investigadores señalaron que no ha existido ningún tipo de control respecto a las contratas por lo que recomendaron que el Pentágono reconsidere su dependencia en los contratistas externos. De los 10.000 millones de dólares fraudulentos, Halliburton, empresa anteriormente dirigida por el vicepresidente, Dick Cheney, es responsable de algo más del 25% de los mismos.
Las cifras pueden llegar a ser mucho mayores una vez que los investigadores de la Oficina de Control lleven a cabo el examen de los 300.000 millones de dólares (228.417 millones de euros) gastados en Irak, según aseguró el presidente del Comité de la Cámara de Representantes y legislador demócrata de California, Henry Waxman.
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