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Del Listín Diario, Matutino Dominicano
SANTO DOMINGO.- La trágica muerte de una pareja de esposo, que formaban parte de los desalojados del Parque Manantiales del Norte, junto a otro joven, hermano de tres periodistas, se convirtió ayer en un ingrediente más de dolor, especialmente para las familias que esperan ser beneficiadas con un techo.
Mari Luz Beltré, de 28 años de edad, con tres meses de embarazo, y su marido Nelson Medina Rubio, de 31 años, dejaron en la orfandad a tres niños, a los que casualmente habían salido a buscarles la cena el pasado sábado a las 10:00 de la noche, cuando chocaron con el joven Roberto Brito Santos, de 26 años, resultando muertos los tres por el impacto de las dos motocicletas en que transitaban por la avenida Monumental.
Este sábado Mari Luz había confesado a esta reportera de LISTIN DIARIO que en medio de las vicisitudes que vivían en el sector Las Flores, próximo a la avenida Colombia, de donde el Consejo Nacional de Asuntos Urbanos (CONAU) intentó desalojarlos el pasado 12 de febrero, se sentía contenta porque su esposo había encontrado un trabajo como ayudante de chofer en la Coca-Cola.
Esa situación les permitía desde hace un mes y días “al menos les damos de comer a mis hijos”, Luisa Altagracia, Eliézer y Kairi Medina Beltré de 11, 9 y 7 años; como también habían logrado tener luz y ver televisión, dejando de hacer fogatas para entretenerse junto al grupo de vecinos por las noches.
Roberto Brito Santos era hermano de padre de Luis y Roberto Brito, jefes de redacción del periódico Nuevo Diario y de prensa del Partido Reformista Social Cristiano, así como de Osvaldo Brito.
Según narró José Gabriel Minaya, oficial de la Defensa Civil que presenció el accidente en el sector Brisas del Norte y ayudó al traslado de los accidentados al Hospital de Herrera, la pareja iba en una motocicleta Honda 70 y colisionó con Roberto Brito, que iba en un Honda 60. Este recién había cambiado su moto, la cual le costó 55 mil pesos y tenía planes de vender.
Nelson murió al instante, mientras Mari Luz falleció al llegar al hospital, dándole tiempo de pedirle a Minaya: “Ayúdame ... ayúdame”, a lo que él le respondía: “Levántate, levántate”. Brito, en cambio, pereció al mediodía en el hospital Darío Contreras.
La madre de la occisa, Dulce María Sánchez no podía contener el llanto, mientras su esposo, el maestro constructor Onofre Chirí, explicó entre sollozos que la pareja llevaba 14 años de unión, luchando desde que vivían alquilados en Los Girasoles por tener una casita para criar a sus niños, optando por comprar en el Parque Mirador Norte.
Velatorios
Los abuelos de los niños, residente en Los Pradritos, decidieron al instante, en medio de sus limitaciones económicas, asumir la custodia de Luisa Altagracia, Eliezer (Dani) y Kairi, que cursan respectivamente, el quinto, tercero y primero de la escuela básica.
Horas antes del accidente, Mari Luz, había presentado a una de sus vecinas su niña a la que definió como “mi princesa” y celebraba además por la otra criatura que iba a tener con su esposo, oriundo de Paraíso Barahona.
Los parientes de éste intentaron llevárselo a ese lugar a petición de su madre, Yoya Rubio, para sepultarlo allí, pero la niña llorando y los vecinos se impusieron para que los enterraran, como en efecto así lo hicieron, en el Cementerio Cristo Redentor.
En este camposanto también esta previsto el entierro de Roberto Brito, quien fue velado en el lugar que residía en la calle Diego Alvarado esquina Cervantes de Los Girasoles.
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