En Brasil Lula tiene su primer revés en el congreso

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El presidente de Brasil, Lula da Silva, va de sobresalto en sobresalto en estos 20 días que le restan para asumir su segundo mandato.

El miércoles sufrió su primera derrota en el Congreso tras las elecciones del 29 de octubre, cuando la oposición consiguió imponer su candidato para el cargo de ministro del Tribunal de Cuentas de la Unión: se trata del diputado del conservador Partido del Frente Liberal (PFL) Aroldo Cedraz, quien competía con un candidato del Partido de los Trabajadores: el diputado Paulo Delgado.

Pese a que aún necesita ser ratificada por el Senado, la votación de Cedraz fue celebrada por la oposición como una severa derrota para el gobierno.

"El gobierno necesita aprender que no hay vientos favorables para los que no saben hacia dónde van, para los que no tienen rumbo ni articulación. Hicimos estallar la coalición", conmemoraba el líder del PFL en Diputados, Rodrigo Maia.

"El gobierno no tiene rumbo, no tiene articulación. Esta es la fotografía del nuevo gobierno de Lula da Silva", declaró por su parte el diputado José Carlos Aleluia, también del PFL.

Y es que a pesar de contar con una amplia coalición oficialista que le daría mayoría en ambas cámaras legislativas, las disidencias y falta de coordinación entre todos los partidos de esa alianza terminaron en el primer fracaso parlamentario desde que Lula fue reelecto por una amplia mayoría de 62% de los votos.

Se teme que si esa división de los partidos aliados al gobierno se mantiene, tal como se evidenció el miércoles, pueda ocurrir que el oficialismo pierda un sillón muchísimo más importante: la presidencia de la Cámara de Diputados.

Según registró la prensa brasileña, el "petista" Delgado ni siquiera consiguió en la votación del miércoles los votos de los mismos legisladores que lo habían propuesto. Así, de los 215 legisladores oficialistas sólo lo votaron 148, contra 172 del opositor Cedraz.

A su vez, legisladores oficialistas atribuyeron la derrota a la "traición" de políticos aliados. "El PT tendrá que aprender con la lección de hoy", afirmó el diputado Fernando Ferro, del Partido de los Trabajadores.

Hay otra complicación adicional: el Tribunal de Cuentas de la Unión se encarga, precisamente, de vigilar, aprobar o rechazar las cuentas del gobierno. Y este legislador Cedraz, que el 31 de diciembre termina su mandato, está ligado al senador Antonio Carlos Magalhaes, del PFL, el más feroz opositor de Lula.

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