sábado, septiembre 30, 2006

Hallan los restos del avión de Brasil perdido en el Amazonas con 155 pasajeros a bordo

La posibilidad de que haya supervivientes es "casi inexistente" según las autoridades.- El aparato desapareció de los radares tras colisionar con jet privado en el aire
Fuentes- Sao Paulo


El Ejército de Brasil ha localizado esta tarde el avión Boeing 737-800 que se perdió anoche en el Amazonas tras colisionar con jet privado en el aire. Se encuentra en un lugar "de difícil acceso" en el estado de Mato Grosso y las autoridades han descartado casi por completo la posibilidad de que haya habido supervivientes. En el aparato viajaban 155 personas -149 pasajeros y seis miembros de la tripulación-, entre ellas un bebé de 11 meses y una niña. Ninguno de los pasajeros es español. Las primeras investigaciones apuntan a que el accidente se produjo por un fallo en el sistema de navegación.
El avión desapareció de los radares cuando volaba desde la ciudad amazónica de Manaus (norte) a la capital, Brasilia. El presidente de la autoridad aeroportuaria de Brasil, José Carlos Pereira, ha precisado que los restos del fuselaje del avión, perteneciente a la compañía de líneas aéreas Gol, se han hallado cerca del rancho Jarina, a 1.750 kilómetros al noroeste de Sao Paulo y que, dado el estado de los restos del aparato, parece casi imposible encontrar pasajeros con vida. "Nuestra experiencia enseña que cuando no se encuentra el fuselaje relativamente intacto y que cuando los restos se concentran en un área tan pequeña, las posibilidades de encontrar algún superviviente son prácticamente inexistentes", ha afirmado.
Si no se encontraran supervivientes, ésta sería la peor catástrofe aérea en la historia del país, por delante del accidente de un Vasp 747 en la ciudad de Fortaleza, en el que fallecieron 137 personas en 1982. Pereira ha explicado que el lugar donde se estrelló el avión está poblado de una vegetación tan densa que los servicios de rescate emplearán helicópteros para que sus efectivos puedan acceder a la zona empleando cuerdas para descender, cortar los árboles que rodean los restos del Boeing y permitir así el aterrizaje de los aparatos. "La jungla es tan densa que vamos a tener que abrirnos camino". ha afirmado Pereira, para añadir que "es una operación muy compleja: el lugar es extremadamente húmedo y hay millones de mosquitos":
La ruta
La causa del accidente todavía no se ha aclarado, pero Pereira ha aventurado que el avión podría haber chocado con otro avión, un jet modelo Legacy, o podría haberse rozado con él. El jet se vio obligado a realizar un aterrizaje de emergencia en un aeropuerto cercano pero "es imposible confirmar una relación entre el aterrizaje del jet en Cachimbo y la desaparición del 737-800".
Una mujer que iba a esperar a un familiar en el aeropuerto de Brasilia ha declarado que recibió una llamada desde el teléfono móvil de esa persona. "Estaba desesperado, gritaba, y la comunicación se cortó", ha relatado entre sollozos. La mujer ha precisado que recibió la llamada alrededor de las 16.45 hora local (21.45 hora española), más o menos la hora en que, según las autoridades, se produjo el accidente.
El avión siniestrado había partido de la ciudad de Boa Vista, en la frontera con Venezuela, continuó hacia Manaos, en el corazón de la Amazonía, y desde allí prosiguió rumbo a Belén, en la desembocadura del Río Amazonas en el océano Atlántico. Desde Belén partió con rumbo a Brasilia, su última escala antes de finalizar su viaje en Río de Janeiro, pero no llegó a la capital. Fuentes oficiales han informado que la mayoría de los pasajeros debía descender en Brasilia y que solamente siete continuarían rumbo a Río de Janeiro, junto con alrededor de 70 personas que debían embarcar en la capital del país.
Exteriores confirma que no había españoles
Las autoridades brasileñas han trasladado al consulado español en Brasilia que no había ningún pasajero español en el avión siniestrado. Según han informado fuentes del Ministerio de Exteriores español, las autoridades brasileñas les han indicado que todos los pasajeros del avión siniestrado eran brasileños, salvo cuatro, de los cuales ninguno es español.

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