RÍO DE JANEIRO.- El presidente brasileño, Luís Inácio Lula da Silva, sigue siendo el favorito para vencer las elecciones de hoy, pero su diferencia sobre los demás rivales cayó 13 puntos porcentuales en apenas 10 días, según un sondeo divulgado este sábado.
De acuerdo con la encuesta de la firma Vox Populi, la diferencia de intención de voto entre el jefe de Estado y todos sus rivales juntos, que en el sondeo de la misma firma el 19 de septiembre pasado era de 17 puntos porcentuales, bajó a apenas cuatro en el sondeo hecho entre el jueves y el viernes.
El resultado indica que, aunque con un pequeña diferencia, Lula aún puede garantizar su reelección sin necesidad de disputar una segunda vuelta, prevista para el 29 de octubre en caso de que ninguno de los candidatos obtenga más de la mitad de los votos.
Sin embargo, la ahora pequeña diferencia entre el mandatario y sus rivales, así como el margen de error de 2,2 puntos porcentuales de la encuesta, indican por primera vez que la definición presidencial puede ser postergada para la segunda vuelta.
Según Vox Populi, la intención de voto para Lula cayó del 51% en el sondeo de hace diez días al 46% en la actual semana, en tanto que la de su principal adversario, el socialdemócrata Geraldo Alckmin, saltó del 27 al 33 por ciento en el mismo período.
La senadora Heloisa Helena, candidata por el marxista Partido Socialismo y Libertad (PSOL), recuperó terreno en los últimos diez días, período en el que su intención de voto subió del 6% al 7%.
El senador Cristovam Buarque, del Partido Democrático Laborista (PDT), mantuvo el 1% del sondeo anterior, en tanto que la empresaria Ana María Rangel, del Partido Republicano Progresista (PRP), alcanzó también el 1%.
Vox Populi también hizo una encuesta simulando una eventual segunda vuelta, según la cual Lula se impondría con un 50% de los votos, frente al 39% de Alckmin. En el sondeo se entrevistó a 2.000 electores en 129 municipios.
El debate y el informe
La caída del favoritismo hacia el jefe de Estado fue atribuida por los analistas de Vox Populi al efecto negativo que tuvo la decisión de Lula de no comparecer al debate realizado por los demás candidatos el pasado jueves, pese a que era la única vez durante toda la campaña que todos los aspirantes se verían las caras frente a los electores.
Igualmente fue atribuida al creciente desgaste que ha provocado el escándalo protagonizado por militantes del oficialista Partido de los Trabajadores (PT), que fueron sorprendidos cuando pretendían comprar un falso informe con documentos supuestamente comprometedores para los adversarios de Lula.
El escándalo ha salpicado a siete militantes del PT, entre ellos un allegado de Lula que trabajaba como asesor personal en la Presidencia y el propio presidente de la formación oficialista, Ricardo Berzoini.
La policía se incautó hace dos semanas de cerca de 1,7 millones de reales (unos 800.000 dólares) en billetes de real y de dólar que los miembros de la formación socialista utilizarían para comprar la documentación.
Los diarios brasileños publicaron este sábado de paquetes con ese dinero que supuestamente fueron robadas de la oficina del comisario de policía que investiga el caso y filtradas a la prensa el viernes.
Varios dirigentes del PT acusaron a la oposición de "comprarle" las fotografías a policías corruptos en una campaña para desprestigiar la campaña de Lula.
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