El Senado votó el jueves a última hora limitar el debate a un máximo de 30 horas para pasar después a la votación definitiva sobre la construcción de un muro de más de 1.100 kilómetros que separe EE UU de México para frenar el flujo de inmigrantes indocumentados. Por 71 votos a favor y 28 en contra se decidió limitar el debate, con lo que se despejó el camino para que la ley sobre el muro se votase anoche, cuando concluía el plazo de las 30 horas.
La posibilidad de su aprobación se ha convertido en una carrera frenética contra el tiempo. En cuanto esté lista, debe ser enviada al presidente George W. Bush para que la firme, todo esto con el reloj corriendo, ya que hoy es el último día en activo del Congreso, que entra en receso por las elecciones legislativas del próximo 7 de noviembre. Todas las leyes que no sean aprobadas ahora, es decir, hasta hoy sábado incluido, supondrá que su debate se convierte en papel mojado, ya que el Congreso que vuelva a reunirse en enero del año que viene tendrá una Cámara de Representantes totalmente nueva y un tercio del Senado renovado.
Se calcula que unos 11 millones de mexicanos residen en EE UU, la mitad de los cuales se encuentran de forma ilegal en el país. En 2005, los inmigrantes mexicanos enviaron a sus hogares más de 20.000 millones de dólares, lo que supone para México la segunda fuente de ingresos después de sus ganancias a través de la exportación de petróleo.
La Secretaría de Relaciones Exteriores mexicana advirtió en un comunicado de que la valla perjudicará las relaciones entre los dos países. La Secretaría expresa su "profunda preocupación" por el proyecto, que "propicia un clima de tensión en las comunidades fronterizas". "Estas medidas lastiman la relación bilateral y son contrarias al espíritu de cooperación que debe prevalecer para garantizar la seguridad en la frontera común", añade.
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