Las muertes de la princesa Diana y de su novio en 1997 fueron un ``trágico accidente'' y descarta las hipótesis de una conspiración para asesinarla. Un informe oficial de la policía británica concluye que las muertes de la princesa Diana y de su novio en 1997 fueron un ``trágico accidente'' y descarta las hipótesis de una conspiración para asesinarla.
``Nuestra conclusión es que, en base a todas las pruebas disponibles hasta ahora, no hubo conspiración alguna para asesinar a ninguno de los ocupantes del vehículo. Fue un trágico accidente'', dijo John Stevens, ex director de la Policía Metropolitana.
Stevens encabezó la investigación sobre la muerte de la princesa Diana, quien falleció el 31 de agosto de 1997 en París al estrellarse su automóvil que ocupaba junto con su novio Dodi Fayed y el chofer, Henri Paul.
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