La canciller mexicana, Patricia Espinosa, aseguró durante su primera visita oficial a Washington que el tema de migración es una de las muchas prioridades que México tiene con Estados Unidos.
-De BBC en Español, Londres
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"Es una prioridad, pero no la única", enfatizó cuando los periodistas le preguntaron sobre la reforma migratoria que se está analizando en el Congreso de EE.UU.
Pese a estas inquietudes, la ministra se negó a dar detalle alguno y trató de hablar de otros temas.
"Se salió por la tangente", fue el comentario que hicieron los periodistas que la siguieron durante su gira de tres días en la capital estadounidense.
Espinosa sostuvo encuentros con varios funcionarios, incluyendo la secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, y varios legisladores de alto nivel.
Pero no sólo se salió por la tangente, incluso trató de mantener un perfil muy bajo, y se negó a responder las preguntas de los periodistas a la salida de estas reuniones.
Por ejemplo, algo que sorprendió fue que no dio ninguna declaración durante su reunión con el presidente de la Cámara del Senado, el demócrata Harry Reid, a pesar de que el legislador se tomó la molestia de hablar con los medios de comunicación para explicar el objetivo de su encuentro
Otra táctica
Según los analistas consultados por la BBC, esta será la nueva táctica del gobierno del presidente mexicano, Felipe Calderón.
"La visión de (el anterior presidente) Vicente Fox de centrar toda la atención en el tema migratorio fue un total fracaso", señaló Manuel Suárez Mier, profesor de la Escuela de Economía y Finanzas de la Universidad de Estados Unidos.
"Se trata de mantener un perfil más bajo", explicó por su parte Andrew Selee, director del Instituto de México del Centro de Estudios Woodrow Wilson.
El experto en las relaciones bilaterales opina que en estos momentos el gobierno de Calderón está definiendo sus prioridades, y quieren incluir en la agenda otros temas menos polémicos donde puedan lograrse más avances.
"Lo están haciendo por debajo del agua, de una manera mucho menos mediática de lo que se hacía con la Administración de Fox", explicó Selee.
Según el profesor Suárez Mier, esta posición es "muy inteligente".
"El gravísimo error de la administración Fox fue poner toda la enchilada en temas de inmigración y tras el 11 de septiembre, cuando cambia la situación en EEUU, no logran modificar su posición y se quedaron sin prioridades", señaló el analista.
Efecto opuesto
Es verdad que al hablar con los legisladores y los distintos funcionarios, el problema de la inmigración se ve en parte como un reto doméstico y de seguridad, donde las declaraciones de países vecinos como México suelen producir resultados contraproducentes.
No es poco inusual que en programas de televisión de gran difusión, transmitidos por importantes cadenas como Fox y CNN, se utilicen las declaraciones de funcionarios mexicanos para demostrar que México no está interesado en parar a los inmigrantes indocumentados.
Por eso, la canciller, en esta visita, también aprovechó para decir que su gobierno está interesado en crear más empleos para que los mexicanos no tengan que buscar una mejor vida en el norte.
Curiosamente, el turno de hablar con más profundidad de la reforma migratoria en EE.UU. le tocará al presidente de EE.UU., George W. Bush, cuando viaje el próximo 14 de marzo a la ciudad mexicana de Mérida.
"El viaje ha creado expectativas y esperamos que el presidente viaje con iniciativas concretas. De eso dependerá el éxito de su visita", señaló a BBC Armand Peschard-Sverdrup, del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS).
Según los analistas, un avance en la reforma migratoria será una buena señal de que el mandatario no sólo promete, sino también cumple con sus palabras.
El problema, sin embargo, es que no depende de él, sino del Congreso, que ahora está en manos de la oposición.
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