El presidente Fernández, al ver que el coronel Padilla cayó, llamó para que atendieran al militar, que fue conducido a una de las oficinas del Congreso Nacional. Fue reemplazado por el jefe del Cuerpo de Ayudantes Militares, general Héctor Bienvenido Medina Medina.
Tras ser asistido por el director del hospital de las Fuerzas Armadas, Padilla fue sacado del Palacio del Congreso a eso de las 11:30 de la mañana, 15 minutos después de haberse desmayado detrás del presidente Fernández.
Algo similar le ocurrió al general Ramón Aquino García en el mismo escenario el 16 de agosto de 2004, cuando el gobernante tomaba juramento de su segundo cuatrienio.
Durante su alocución, el presidente Fernández pidió aplausos de pie para los atletas Marcos Díaz y Joan Guzmán, por ser ejemplos para la juventud y el país, en sus respectivas áreas.
El presidente Fernández llegó al Congreso Nacional a las 10:05 de la mañana junto a su esposa Margarita Cedeño de Fernández y un hijo de la Primera Dama, en su carro limusina placa 0-1, habló con el vicepresidente Rafael Alburquerque, y se le rindieron los honores militares a las 10:07.
El gobernante fue recibido por una comisión de senadores y diputados, y a seguida se trasladó al segundo nivel del Congreso e ingresó al Salón de la Asamblea, donde a las 10:10, el presidente de la Asamblea, Reinaldo Pared Pérez, abrió la sesión conjunta de senadores y diputados con un discurso.
Los aplausos más prolongados en el salón de la Asamblea Nacional, fueron para el profesor Juan Bosch y los deportistas Marcos Díaz y Joan Guzmán.
Durante la alocución del gobernante se exhibieron imágenes de los proyectos turísticos, de planteles escolares y la UASD, cuando el presidente Fernández citó los logros y aportes de su Gobierno para esos sectores.
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