Condenado en 1998 a diez años de reclusión, fue encarcelado durante cerca de tres años antes de ser puesto en libertad a causa de su estado de salud
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El ex funcionario francés Maurice Papon, de 96 años, condenado por complicidad de crímenes contra la humanidad por su papel en la deportación de judíos durante la ocupación nazi, falleció este sábado, según ha anunciado su abogado, Francis Vuillemin.
Condenado en 1998 a diez años de reclusión, fue encarcelado durante cerca de tres años antes de ser puesto en libertad a causa de su estado de salud. Se trataba del único alto cargo de su país condenado por la deportación de judíos.
Papon había sido hospitalizado el jueves, 8 de febrero, por una insuficiencia cardiaca y fue operado el martes pasado. El ex funcionario residía en su ciudad natal de la región parisiense.
"Maurice Papon murió el sábado 17 de febrero de 2007 a las 16 horas", precisó su abogado que recordó que "el ex ministro nunca aceptó su condena del 2 de abril de 1998 por parte del Tribunal de Burdeos".
Al ex funcionario se le consideró cómplice de arrestos, secuestros arbitrarios y organización de caravanas de deportados cuando era delegado del gobierno en esta ciudad, bajo la ocupación alemana.
En 2002, una ley le permitió salir de la cárcel por motivos de salud y desde entonces y debido a su insuficiencia cardiaca crónica permaneció confinado en un hospital de su pueblo natal, Gretz-Armainvillers, a las afueras de París.
El declive de Papon comenzó en 1981, cuando la publicación satírica francesa 'Le Canard Enchainé' publicó documentos fechados entre 1943 y 1944 referentes a deportaciones y firmados de su puño y letra.
Al servicio del Estado
Nacido el 10 de septiembre de 1910, Maurice Papon inicia su carrera de funcionario en 1930 y asciende rápidamente a puestos de importancia en la IV y V República. Según los historiadores, en Argelia o en París, Papon es una especie de "antihéroe" que sirvió al Estado francés "en la sombra, con fidelidad y sin hacerse demasiadas preguntas".
Entre 1958 y 1967 ocupa el cargo de responsable de la policía de París y bajo sus órdenes, más de un centenar de argelinos murieron en la represión de una manifestación pacífica en octubre de 1961.
Este puesto de prefecto fue probablemente el que más orgullo le provocó, debido a su "intimidad" con el presidente Charles De Gaulle, "el icono político que llevó siempre en el corazón".
En 1968, Papon se lanza a la política y es elegido diputado regional, posteriormente alcalde y en 1978 accedió al cargo de ministro del Presupuesto.
Después llegaron la caída en picado y los problemas con la justicia para este hombre, que según los historiadores no fue un sádico, aunque sus actos sí fueron sangrientos, sino un hombre con "gran respeto por la jerarquía del Estado", que actuó "movido por la ambición".
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