De inmediato surgieron las acusaciones de que Joseph Kennedy, un ex representante que es sobrino del finado presidente John F. Kennedy, apoya al gobierno de Hugo Chávez.
El representante republicano de la Florida Connie Mack le envió esta semana una carta en la que lo acusa de colaborar con “un enemigo jurado de los Estados Unidos” y de traicionar el legado de su tío, quien habló de los peligros del comunismo.
“Hugo Chávez le suministra a su compañía combustible para calefacción a bajo costo no para ayudar al pueblo estadounidense, sino para explotar a quienes lo elogian en nombre de las relaciones públicas. Lamentablemente, usted ha elegido participar activamente en esta farsa”, dice Mack en su carta.
En una entrevista esta semana, Mack fue más allá y dijo que el aviso publicitario es “parte de una campaña propagandística de Hugo Chávez”.
Kennedy respondió diciendo que si Mack desea plantear determinadas exigencias morales a los países exportadores de petróleo y otras a los socios comerciales, debe aplicarles los mismos patrones a Arabia Saudí, Kuwait, Rusia y China.
“Cuando hayamos aplicado la Doctrina Mack y rechazado el petróleo de todos los países que no satisfacen nuestros requisitos morales, estoy seguro de que disfrutará sus caminatas a Washington, porque sin duda no tendrá combustible para volar allí”, señaló Kennedy en una carta a Mack.
Kennedy dijo que se puso en contacto con otras compañías petrolíferas, pero que sólo Citgo, subsidiaria tejana del gobierno venezolano, ofreció su ayuda. Agregó que no está obligado por contrato a agradecerle a Venezuela, sino que lo hizo por cuenta propia.
“Sería el colmo de la arrogancia aceptar la ayuda de Citgo, la única compañía que respondió a mi solicitud de ayuda, y no mencionarla jamás en el aviso”, manifestó Kennedy.
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